Ya lo hemos dicho en algún otro espacio: no creemos en la prohibición. Seguramente prohibir es mucho más fácil que educar, por eso muchos eligen aquel camino para reducir los esfuerzos que implican la educación y el logro de una toma de conciencia de las personas.
Esto se relaciona también con esta cuestión de CAPIF y otras cámaras e instituciones relacionadas con la publicación de música, que salieron ahora, en lo que parece una virtual caza de brujas, a perseguir a los que bajan música en forma ilegal.
Hay varias cuestiones que deberían ser tenidas en cuenta en esta cuestión:
Dicen que «uno de los objetivos de la campaña es que los padres se involucren con el uso de Internet que hacen sus hijos…» etc., etc. Pero, ¿se trata de una campaña de bien público? No parece.
Una impresión muy fuerte es que, a la hora de reprimir el delito, se castiga (si se me permite el sentido figurado del ejemplo) con cadena perpetua tanto al que pasa un semáforo en rojo como al asesino, porque las multas son enormes, sobre todo teniendo en cuenta esta cuestión de que los padres y jefes estarían siendo educados.
No estoy a favor, por supuesto, de que se baje música en forma ilegal. Mi padre es músico y compositor, y yo estoy registrado en SADAIC como intérprete, así que sé exactamente como cuesta vivir de la música. Por cada canción que se baja alguien, es dinero que el músico no cobra.
Pero también es cierto que los precios de la música enlatada son elevadísimos, sin contar casos como por ejemplo el CD nuevo de Callejeros, que cuesta $45 por el sólo hecho de tener una desgracia atrás y no poder tocar en público.
Veía días atrás en una disquería el cd «Elija y gane» de Spinetta a… ¡once pesos! ¿El Flaco no merece vivir de la música? ¿Cuál es el precio real? ¿Los 45 de Callejeros o los 11 de Spinetta?
Me acuerdo ahora de la publicidad de una empresa de internet cuyo «gancho» era «bajate toda la música». Por supuesto el slogan duró nada, pero el daño ya estaba hacho.
Si hay tantos actores involucrados en esto, ¿por qué paga siempre el usuario? Se lo espía, se lo investiga, se lo usa, se lo exprime y se lo tira.
El tema de espiar al usuario, a ver que hace en su pc, ¿está siendo observado por algún juez? Digo, no sea cosa que alguien se extralimite.
Y volviendo a la frase inicial: ¿cuando se empezará a educar en vez de reprimir?. Es obvio que si alguien hace algo fuera de las normas debe aceptar que tendrá consecuencias por ello, pero, ¿y si en este caso no fuera el único culpable?