La reuni\u00f3n de Bruselas es uno de los tantos ejemplos de c\u00f3mo la educaci\u00f3n suele estar sujeta a los vaivenes de explicaciones que tranquilizan el sentido com\u00fan, pero contradicen un an\u00e1lisis m\u00e1s cuidadoso de las razones que permiten comprender el desarrollo de las naciones y el \u00e9xito de las personas en el mercado laboral.
\nEn efecto, el debate all\u00ed planteado parte de un sorprendente truco de magia ret\u00f3rico: la milagrosa inversi\u00f3n de la consecuencia de un fen\u00f3meno en la causa del mismo. El desempleo es una de las tantas secuelas de la crisis econ\u00f3mica. Sin embargo, los ministros de educaci\u00f3n de Europa y quiz\u00e1s los de buena parte del mundo, parecen entusiasmarse con la idea de que el desempleo es el factor principal que produce la crisis. De tal forma, acciones educativas destinadas a combatirlo podr\u00edan funcionar \u201ceficazmente\u201d para superar los infortunios vividos. El desempleo se vuelve la causa del problema y la crisis econ\u00f3mica su consecuencia. Estamos como estamos porque las personas de manera general, y los j\u00f3venes en particular, carecen de las competencias y de los atributos cognitivos necesarios para volver nuestras econom\u00edas m\u00e1s din\u00e1micas y competitivas. No es el desempleo la consecuencia de un fracasado modelo de desarrollo; por el contrario, es el d\u00e9ficit de una fuerza de trabajo debidamente capacitada lo que permite explicar nuestra incapacidad por desarrollarnos como deber\u00edamos. Si no deja de ser sorprendente que el ministro de educaci\u00f3n griego explique la soluci\u00f3n de los problemas que enfrenta Europa, tampoco lo es que todos los ministros y ministras de educaci\u00f3n de buena parte del mundo parezcan estar convencidos que los fundamentos de la crisis estructural que enfrentamos encuentra su origen, nada menos, que en el supuestamente improductivo trabajo que realizan cotidianamente nuestras escuelas. (…)<\/p>\nFoxconn, por ejemplo, es la mayor productora mundial de insumos electr\u00f3nicos. Casi todos los productos de inform\u00e1tica y telefon\u00eda que usamos o consumimos, de casi todas las marcas, los ha producido esta empresa china, que emplea a m\u00e1s de 1.200.000 personas y factura m\u00e1s de 100 mil millones de d\u00f3lares por a\u00f1o. \u00bfAlguien podr\u00eda suponer que esta enorme corporaci\u00f3n existe gracias a la alta \u201ccalidad educativa\u201d de la mano de obra china y no al hecho de que paga salarios miserables, de la inexistencia de sindicatos y derechos laborales m\u00ednimos, gracias al abuso (decenas de veces denunciado) de trabajo infantil y a un sistema empresarial opresivo que dif\u00edcilmente estar\u00edamos dispuestos a aceptar en cualquier sociedad democr\u00e1tica? Pensar que el iPad que tanto nos deslumbra se fabrica all\u00ed y no en Latinoam\u00e9rica, simplemente porque los taiwaneses se sacan mejores notas en matem\u00e1tica o ciencias que los j\u00f3venes argentinos o brasile\u00f1os, parece una explicaci\u00f3n demasiado simple para ser cierta.
\n(Pablo Gentili, en \u00abLa educaci\u00f3n como coartada\u00bb<\/a>)<\/p><\/blockquote>\n<\/small><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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