La obsesión por el crecimiento es un disparate. Porque una elemental ley natural, que todo el mundo conoce, es que todos los sistemas crecen hasta un cierto punto en que dejan de crecer. Tú dejaste de crecer, yo deje de crecer, el árbol grande deja de crecer, pero no deja de desarrollarse. Seguir forzando el crecimiento para consumir más y seguir produciendo una infinita cantidad de cosas innecesarias, generando una de las instituciones más poderosas del mundo como lo es la publicidad, cuya función es una y muy clara: hacerte comprar aquello que no necesitas, con plata que no tienes, para impresionar a quienes no conoces. Eso evidentemente no puede ser sustentable.
(Manfred Max-Neef, intelectual, economista, ambientalista y político chileno.)