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sociales

Internet como una gran red social

Anoche tuve el gusto de participar del cuarto y último encuentro del ciclo Las Redes Sociales en tiempos de oscuridad, programado y coordinado por Daniel Krichman en el marco del ciclo Del derecho y del revés, una serie de encuentros con especialistas de diferentes extracciones para el tratamiento de problemáticas específicas. El ciclo, que se lleva a cabo en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia de nuestra ciudad, fue creado y es coordinado por la psicoanalista Laura Capella.

En la ocasión, Gabriela Sellart y Carla Raguseo propusieron en su presentación, titulada Del aula distribuida y otros entramados, la perspectiva de pensar a Internet como una gran red social.

A partir de un subtitulo que funcionó como consigna, Entre la lógica de la fragmentacion y la permeabilidad de los muros, las disertantes fueron desgranando experiencias pedagógicas que permitieron apreciar un uso efectivo de varias de las muchas herramientas que existen en la red, justamente a partir de aquel concepto de internet toda como una red social. Nos relataron no sólo las actividades realizadas, sino los entramados que se arman a partir del intercambio.

Hablando de su experiencia de trabajo con alumnos adolescentes y preadolescentes, nos mostraron una experiencia pedagógica de gran potencial.

En el intercambio del final surgieron también algunas cuestiones pendientes de debate, como el rol docente frente a estos nuevos desafíos o las brechas que se abren -tecnológicas, generacionales, sociales- ante el avance del fenómeno de las redes en la escuela.

Afortundamente, los muros son permeables. Hay esperanza.

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El gen del sentido común removido

Muchas personas parecen tener el gen del sentido común removido cuando saltan sobre una computadora en la tranquilidad de su casa y piensan que nadie está escuchando (sólo el planeta entero). Parece que esta cosa que llamamos «la web social» es tan nueva que nuestro desarrollo evolutivo no ha alcanzado a la tecnología y todavía estamos pensando en analógico, cuando debiera ser digital!

Parece que compartir en línea es aun tan nuevo y tan temprano en la etapa del desarrollo social digital de los seres humanos, que somos como niños pequeños antes de que tuviéramos todas nuestras células cerebrales alineadas en la secuencia correcta que proporciona capacidades de pensamiento lógico.

Es como cuando un niño se cubre los ojos y dice: «no me puedes ver», porque ellos no pueden verte.

La frase, demoledora pero cargada de un sentido común a toda prueba, pertenece a Jeff Bullas, autor de Jeffbullas.com, un blog que contiene excelente información y consejos sobre social media y marketing online.

El artículo que analiza estas cuestiones tiene un título por demás elocuente: «11 formas de perder tu trabajo en Facebook». Se trata de un breve compendio de 11 casos de personas que perdieron sus trabajos a causa de sus publicaciones en Facebook, de alli lo contundente de la mirada de Bullas sobre estas cuestiones.

Algunos de los casos son realmente asombrosos. Pero espere: estamos hablando de adultos. No pierda eso de vista.

  • Una profesora asociada de sociología en una Universidad de Pennsylvania (EE.UU.) escribió en su perfil: «¿Alguien sabe donde puedo encontrar un asesino a sueldo discreto? Sí, ha sido de esa clase de día». Un mes después: «Tuvimos un buen día hoy. No quise matar a ningún estudiante». La universidad, que encontró motivos para alarmarse en vista de los trágicos acontecimientos que se han dado en los colegios en los últimos años, le dió una licencia indefinida que finalmente duró sólo un mes.
  • Un oficial de policía de la ciudad de Atlanta fue dado de baja en diciembre pasado después de publicar información sobre su trabajo en Facebook. Contó, por ejemplo, sobre su cooperación con el FBI en un caso de drogas y que se sentía frustrado en el trabajo.
  • Otros casos: un enfermero publicó fotos de una persona que asistió, que se había suicidado; trece enfermeras de un hospital crearon un grupo racista; otra docente publicó fotos de viaje suyas, bebiendo; una joven escribió «mi jefe es un pervertido», sin tener en cuenta que lo tenía entre sus amigos.

En todos estos casos, el resultado fue que perdieron o estuvieron a punto de perder sus trabajos por este tipo de publicaciones en sus perfiles de Facebook. Algunos son francamente infantiles; otros revisten una mayor gravedad; todos muestran una ausencia de criterios, de sentido común francamente asombrosa. Aunque, pensándolo bien, ya pocas cosas asombran en el reino de las redes sociales.

Sólo una cosa más: no descarguemos toda la artillería en los jovenes por sus imprudencias y errores mientras participan de las redes sociales. Todos estos casos involucran a adultos, así que hay mucho para reflexionar sobre nuestras actividades en esos espacios.

Fuente: Jeffbullas.com, en donde además se puede leer sobre los otros casos.

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El Cairo vs. Londres

Durante la primera parte del año, muchos de nosotros presenciamos lo que ya se venía presagiando desde tiempo atrás, una evolución de las redes sociales hacia aspectos que van más allá de lo meramente lúdico o netamente comercial. Un paso de simplemente hacer el etiquetaje de una foto de un amigo en Facebook, vender un producto usando viral marketing, o convocar a una fiesta o concierto usando mis redes, hacia una nueva forma de activismo social y político mucho más penetrante y efectiva. (…) En aquel momento el mundo veía en los medios sociales, no solo como el único medio para instigar y sostener la protesta, sino también como la mejor manera de obtener información acerca de los eventos que ocurrían en una sociedad donde los medios tradicionales se encontraban completamente controlados.

(…) Salir de Mubarak o Gaddafi se veía como una causa justa o buena y los medios sociales eran uno de los instrumentos a la mano para lograrlo. Sin embargo, apenas unos siete meses después, ya no en el Tercer Mundo, sino en una capital donde hay servicios de Internet inalámbrico de alta velocidad 4G, no simples teléfonos celulares que sólo pueden enviar mensajes de texto, sino poderosos Iphones, Androids y Black Berries, así como miles de individuos moviéndose dentro de la ciudad con tabletas inteligentes, las redes sociales son aparentemente usadas para provocar el estallido de violencia. Parece que el lado oscuro de Social Media se deja ver y lo que había sido una bendición para los países árabes ahora se convierte en una maldición para los ordenados y calculadores ingleses.

(…) Posiblemente no son los medios sociales los que hay que culpar, sino el deterioro social aún en medio de una sociedad que se hace llamar libre, de avanzada y progresista.

Leído en Famorac’s Blog

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Breves: Momias con prótesis, amarillo Van Gogh, y más

  • Los antiguos egipcios también utilizaban prótesis. Dos dedos de pie artificiales, uno de ellos encontrado en los restos de una momia egipcia, podrían ser las primeras prótesis funcionales del cuerpo humano descubiertas. Ambas mostraban un diseño y un desgaste tal que hace pensar a los especialistas que estas protésis fueron utilizadas en la vida real. Lo que siempre decimos: que no tuvieran la tecnología del chip no los hacía ignorantes…
  • Chevron tendrá que pagar más de US$9.000 millones por daños ambientales en Ecuador. La justicia ecuatoriana condenó este lunes a Chevron a pagar una millonaria multa por daños ambientales en la Amazonía ecuatoriana ocurridos durante 13 años de explotación realizada por Texaco, empresa que la multinacional petrolera estadounidense compró en 2001. Chevron apelará esta decisión en el Ecuador y espera «que prevalezca la justicia». No entremos en pánico: ya sabemos el concepto de justicia que tiene esta gente…
  • Las redes sociales nos convierten en mejores personas. En un experimento, el neuroeconomista Paul J. Zak señala que el uso de redes sociales aumenta nuestro bienestar, haciéndonos más confiables y generosos. La responsable sería la oxitocina, una hormona crucial en la empatía y el apego entre los seres humanos y que explica, entre otras cosas, el fuerte lazo entre una madre y sus hijos. Lo que Mr. Zak desconoce es el modo en que algunos de nuestros políticos sociabilizan su inestabilidad emocional en las redes sociales.
  • Muchos consumidores creen que 24 meses duran más que 2 años. Según un estudio que publica el último número de la revista Journal of Consumer Research, los consumidores tienen una visión distorsionada cuando comparan información en la que están implicados números porque no tienen en cuenta las unidades en que se expresan. Así, en sus experimentos, los investigadores comprobaron que la mayoría de los consumidores percibe que la diferencia entre una garantía de 84 o de 108 meses para un electrodoméstico es mucho mayor que la diferencia entre 7 años y 9 años, a pesar de ser idéntica. Después decimos que los egipcios eran brutos…
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