El apuro de algunas empresas, así como de instituciones de todo tipo y también de muchas escuelas, por responder a la situación de pandemia con sus trabajadores, se convirtió en un arma de doble filo: facilitar el acceso a los sistemas, sacrificando los estándares de seguridad informática en aras de una rápida respuesta, ha puesto en riesgo la integridad de esos mismos sistemas.
Una consecuencia directa de ello es hallanarle el camino a ciberdelincuentes, quienes aprovechan estos agujeros de seguridad para hacerse de datos o provocar fallas en los sistemas.
A modo de ejemplo, en enero pasado comenzaron a proliferar campañas de phishing asociadas al coronavirus, utilizando enlaces o documentos adjuntos maliciosos en el correo electrónico o en mensajes de WhatsApp, a tal punto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado acerca de correos electrónicos sospechosos que buscan aprovechar la emergencia del COVID-19 para sustraer dinero o información sensible de los destinatarios.
Según informa DiarioTi, en respuesta a esta amenaza los expertos de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) proponen una serie de medidas que pueden ayudar a los trabajadores a protegerse mejor frente a estas amenazas.
Medidas básicas
Estas recomendaciones de seguridad informática en la oficina doméstica están basadas en las medidas básicas de la Oficina Federal de Seguridad de la Información de Alemania y en las directrices del Charter of Trust, una asociación de empresas que promueven en todo el mundo la seguridad informática, y de la que Allianz es miembro. En ellas se recomienda lo siguiente:
- Mantener actualizado el software del dispositivo.
- Utilizar protección antivirus y cortafuegos.
- Crear distintas cuentas de usuario. Trabajar con privilegios de administrador cuando ello sea absolutamente necesario.
- Tomar precauciones cuando se compartan datos personales. Nuestros datos son moneda de cambio en la red y se comercia con ellos.
- Únicamente deben llevarse a casa los dispositivos y datos que sean absolutamente necesarios.
- Utilizar navegadores web actualizados.
- Utilizar distintas contraseñas, que pueden cambiarse si es necesario. Las contraseñas deben tener, como mínimo, ocho caracteres, e incluir letras mayúsculas y minúsculas, así como números y caracteres especiales.
- Utilizar autenticación con doble factor siempre que se ofrezca la posibilidad.
- Proteger los datos mediante cifrado. En el router seleccionar el estándar de cifrado WPA3 o, si no estuviera disponible, el WPA2.
- Descargar datos y programas solo de fuentes de confianza.
- Realizar periódicamente copias de seguridad.
- Desactivar los dispositivos activados por voz presentes en la oficina doméstica y tapar la webcam cuando no se utilice.
- No mezclar los usos personal y laboral. Esto no solo refuerza la seguridad: además ayuda a separar mentalmente el tiempo de trabajo del tiempo personal.
- Identificar a todos los participantes en sesiones on-line.
- Cerrar la sesión cuando no se utilicen los dispositivos.
- Observar prácticas de seguridad en la impresión y manejo de documentos confidenciales.
- Ser especialmente cuidadoso ante correos o adjuntos sospechosos.
Sin dudas, el trabajo en casa requiere de estrategias que garanticen la seguridad e integridad de las tareas, una actividad que ha sorprendido a muchos trabajadores en esta cuarentena por su novedad. Pero, a no dudarlo, ocuparnos de la seguridad no es una pérdida de tiempo y tampoco una actividad para complicar el trabajo: es, a todas luces, una necesidad.