Saltar al contenido

seguridad - 4. página

Pandemia y ciberseguridad: claves para un teletrabajo seguro

El apuro de algunas empresas, así como de instituciones de todo tipo y también de muchas escuelas, por responder a la situación de pandemia con sus trabajadores, se convirtió en un arma de doble filo: facilitar el acceso a los sistemas, sacrificando los estándares de seguridad informática en aras de una rápida respuesta, ha puesto en riesgo la integridad de esos mismos sistemas.

Una consecuencia directa de ello es hallanarle el camino a ciberdelincuentes, quienes aprovechan estos agujeros de seguridad para hacerse de datos o provocar fallas en los sistemas.

A modo de ejemplo, en enero pasado comenzaron a proliferar campañas de phishing asociadas al coronavirus, utilizando enlaces o documentos adjuntos maliciosos en el correo electrónico o en mensajes de WhatsApp, a tal punto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado acerca de correos electrónicos sospechosos que buscan aprovechar la emergencia del COVID-19 para sustraer dinero o información sensible de los destinatarios.

Según informa DiarioTi, en respuesta a esta amenaza los expertos de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) proponen una serie de medidas que pueden ayudar a los trabajadores a protegerse mejor frente a estas amenazas.

Medidas básicas

Estas recomendaciones de seguridad informática en la oficina doméstica están basadas en las medidas básicas de la Oficina Federal de Seguridad de la Información de Alemania y en las directrices del Charter of Trust, una asociación de empresas que promueven en todo el mundo la seguridad informática, y de la que Allianz es miembro. En ellas se recomienda lo siguiente:

  • Mantener actualizado el software del dispositivo.
  • Utilizar protección antivirus y cortafuegos.
  • Crear distintas cuentas de usuario. Trabajar con privilegios de administrador cuando ello sea absolutamente necesario.
  • Tomar precauciones cuando se compartan datos personales. Nuestros datos son moneda de cambio en la red y se comercia con ellos.
  • Únicamente deben llevarse a casa los dispositivos y datos que sean absolutamente necesarios.
  • Utilizar navegadores web actualizados.
  • Utilizar distintas contraseñas, que pueden cambiarse si es necesario. Las contraseñas deben tener, como mínimo, ocho caracteres, e incluir letras mayúsculas y minúsculas, así como números y caracteres especiales.
  • Utilizar autenticación con doble factor siempre que se ofrezca la posibilidad.
  • Proteger los datos mediante cifrado. En el router seleccionar el estándar de cifrado WPA3 o, si no estuviera disponible, el WPA2.
  • Descargar datos y programas solo de fuentes de confianza.
  • Realizar periódicamente copias de seguridad.
  • Desactivar los dispositivos activados por voz presentes en la oficina doméstica y tapar la webcam cuando no se utilice.
  • No mezclar los usos personal y laboral. Esto no solo refuerza la seguridad: además ayuda a separar mentalmente el tiempo de trabajo del tiempo personal.
  • Identificar a todos los participantes en sesiones on-line.
  • Cerrar la sesión cuando no se utilicen los dispositivos.
  • Observar prácticas de seguridad en la impresión y manejo de documentos confidenciales.
  • Ser especialmente cuidadoso ante correos o adjuntos sospechosos.

Sin dudas, el trabajo en casa requiere de estrategias que garanticen la seguridad e integridad de las tareas, una actividad que ha sorprendido a muchos trabajadores en esta cuarentena por su novedad. Pero, a no dudarlo, ocuparnos de la seguridad no es una pérdida de tiempo y tampoco una actividad para complicar el trabajo: es, a todas luces, una necesidad.


Fuentes:
DiarioTi
WeLiveSecurity
Allianz
Naciones Unidas
Imagen: ladiaria.com.uy
Si te parece que este contenido suma, te invitamos a compartirlo

La escuela en cuarentena y el desafío de ser creativo

En mi columna en el programa «El Circo de la Vida» hablamos sobre la escuela en cuarentena y el desafío de ser creativo frente al solucionismo y el imposicionismo.

Conduce: Pablo Pallares, los jueves a las 15 hs. por FM AZ 92.7 de Rosario.

Si te parece que este contenido suma, te invitamos a compartirlo

Pandemia y feudalismo digital

Vivimos en un feudalismo digital. Los señores feudales digitales como Facebook nos dan la tierra y dicen: ustedes la reciben gratis, ahora árenla. ¡Y la aramos a lo loco! Al final, vienen los señores y se llevan la cosecha. Así es como se explota y vigila la totalidad de la comunicación. Es un sistema extremadamente eficiente. No existe la protesta porque vivimos en un sistema que explota la libertad en sí misma. El capitalismo en su conjunto se está transformando en un capitalismo de vigilancia. Plataformas como Google, Facebook o Amazon nos vigilan y manipulan, con el propósito de maximizar sus ganancias. Se registra y analiza cada clic. Somos dirigidos como marionetas por hilos algorítmicos. Pero nos sentimos libres. Asistimos a una dialéctica de la libertad, que la vuelve servidumbre. ¿Esto todavía es liberalismo?
Byung-Chul Han, filósofo de origen surcoreano y docente en Berlín. Es autor de ensayos breves como «La agonía del eros», «Enjambre», «La sociedad del cansancio» y «Topología de la violencia».

Si te parece que este contenido suma, te invitamos a compartirlo

¿Anonimato en la red? Olvídalo

Aunque las empresas en internet afirmen que los datos personales se eliminan o se hacen anónimos, puede que esa promesa finalmente no se cumpla. 

Informa el periódico New York Times, que científicos del Colegio Imperial de Londres y la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica han desarrollado un algoritmo informático que puede identificar al 99,98 por ciento de los estadounidenses de entre casi cualquier conjunto de datos disponible con tan solo 15 atributos, como el género, el código postal o el estado civil. En el anuncio, hecho originalmente en la revista Nature Communications, aseguran además que el método permite volver a identificar a los individuos a partir de fragmentos de lo que supuestamente eran datos anónimos.

Puede que usted no lo sepa, estimado lector, pero la información que publicamos en internet se puede compartir y vender sin violar las leyes de privacidad en la mayoría de los países. La gente de marketing estará feliz de pagar por sus preferencias de citas, inclinaciones políticas o hábitos de compras, por ejemplo. Incluso los conjuntos de datos anónimos a menudo incluyen los llamados atributos, que son determinadas características de un individuo o de un hogar. Según informa la publicación mencionada, los datos de consumidores anónimos vendidos por la agencia de crédito Experian, a Alteryx, una firma de mercadotecnia, incluyó a 120 millones de estadounidenses y 248 atributos por hogar.

Si aún no termina de sorprenderse, hay más: los científicos publicaron su código de software en línea para que cualquiera lo use. Normalmente, cuando los científicos descubren una falla de seguridad alertan primero al proveedor o a la agencia que almacena los datos. Pero en este caso decidieron hacerlo público, según afirman, para que los proveedores de datos puedan asegurar los paquetes de datos futuros y evitar que las personas vuelvan a ser identificadas.

Esta no es la primera vez que se demuestra que los datos anónimos no son tan anónimos como se creía. En el año 2016 se logró identificar individuos a partir de los historiales de navegación web de tres millones de alemanes, datos que se habían comprado a un proveedor. Genetistas han demostrado que los individuos pueden identificarse en bases de datos de ADN supuestamente anónimas.


Fuente: New York Times
Si te parece que este contenido suma, te invitamos a compartirlo

FaceApp, o los riesgos a la privacidad como juego

Podríamos asegurar que con la aplicación FaceApp se confirma aquello que observamos desde hace tiempo: la mejor forma de viralizar los riesgos a la privacidad en internet es hacerlo como un juego. El humor, el juego y la curiosidad parecen ser -algunos estudios lo probarían- la manera más efectiva de lograr que una pieza de información se viralice. Ya sucedió tiempo atrás con #10YearChallenge y ahora se repite con FaceApp, que juega con todo eso y claro, lo logró.

FaceApp es una aplicación para celulares que manipula la fotografía de una persona para mostrar como luciría siendo anciano -añadir una sonrisa, cambiar el color de pelo o de sexo son otras funciones de la aplicación, aunque aquella es la que popularizó esta app-. Las principales reservas de los especialista en seguridad informática radican en el posible uso indebido de los miles de datos biométricos que recolecta el sistema. 

El humor permitió que algunos celebraran su buen estado o lamentaran el resultado de la manipulación de la imagen. Y como no podía faltar, rápidamente circularon memes con el filtro aplicado a famosos y políticos.

El creador de la aplicación, el ruso Yaroslav Goncharov, explicó que el sistema utiliza una forma de inteligencia artificial conocida como red neuronal para escanear el rostro y modificarlo según el filtro elegido.

Las preguntas que surgen entre aquellos más atentos a la seguridad en el ámbito digital, advierten sobre el trasfondo de aplicaciones como esta: ¿qué sucede con los miles de datos biométricos que recolecta el sistema?, ¿quién almacena esa información sensible que permite la identificación facial similar a la utilizada por las fuerzas de seguridad?

«El reconocimiento facial se está convirtiendo rápidamente en uno de los elementos clave de la identidad digital y, por lo tanto, las personas deberían considerar la posibilidad de proteger su imagen facial de la misma manera que deberían proteger otros elementos de su identidad, como su fecha de nacimiento, número de contribuyente y demás», advirtió David Vaile, presidente de la Fundación Australiana de Privacidad.

Los medios no se quedaron atrás en hacer uso y ayudar a difundirla sin la menor referencia, en la mayoría de los casos, a los riesgos que su uso conlleva.

Internet no olvida. Deberíamos pensar antes de publicar, a fin de proteger como un bien preciado nuestra identidad digital.


Fuentes:
Página/12
40deFiebre.com
Si te parece que este contenido suma, te invitamos a compartirlo