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Reinventando el olvido - 4. página

El inventor de la Web es optimista

Tim Berners-Lee, de él hablamos por supuesto, es considerado el padre de la World Wide Web. El genio que alguna vez soñó con una web como espacio colaborativo y democrático, hoy cree que necesitamos una internet en la que los usuarios tengan más control de sus datos. Pero también es optimista: cree que eso es posible. Por eso puso en marcha su proyecto Solid, con el fin de generar un entorno online alejado de la centralización de los gigantes de la red -léase, Google, Facebook o Amazon. Para brindarle un marco adecuado, fundó la startup Inrupt.

El proyecto se inaugura con primer servidor dotado del sistema Solid destinado a empresas y desarrolladores. Una de las novedades más significativas que introduce este proyecto, es el POD (Personal Online Data), un contenedor digital que almacena los datos personales de un usuario, y es él mismo quien tiene la llave para controlar el acceso a la información. Funciona así: el POD se almacena en la nube de un proveedor -en Inrupt, la comunidad Solid o incluso usuario mismo- y se comunica con el servidor Solid. Entidades como el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ya piensan usar este sistema para unificar los historiales médicos.

“Tú controlas la información”

Si necesitaran un lema, ese sería el más adecuado. El usuario es quien decide qué quiere compartir y con quién quiere hacerlo. Es sin dudas un enfoque que choca frontalmente con la visión de Google, Facebook, Amazon y de todos los gigantes digitales que basan su servicio en el análisis de los datos personales. Y lo que es más grave: ni siquiera sabemos qué aspectos personales están en juego en esa ruleta de bits.

Inicialmente, Solid no trata con el usuario final: quieren trabajar primero con grandes organizaciones para ayudarles con sus usuarios, según afirman. En esta etapa, compañías y desarrolladores tienen que trabajar juntos.

En Inrupt, una comunidad que cuenta con cientos de desarrolladores en todo el mundo, confían en que Google o Facebook se adaptarán con el tiempo. Ellos aseguran que esta es la forma en que Tim Berners-Lee imaginó la Web.

¿Podrá serlo?


Fuente: Elpais.com
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Zuboff y el capitalismo de vigilancia

El capitalismo busca hace siglos cosas que no son aún parte de la dinámica del mercado para convertirlas en mercancías. Hoy tenemos un nuevo mundo, el digital. Pequeñas compañías intentaron averiguar cómo hacer dinero en él. Hubo una burbuja por las puntocom y explotó. Las compañías estaban desesperadas y los inversores se retiraban. En esa emergencia las compañías no tenían tiempo y en Google descubrieron un bosque virgen como nuevo espacio de extracción y mercantilización: nosotros, sobre todo nuestras experiencias privadas. Han plantado sus banderas en nuestras vidas. Y han dicho que es su material bruto y gratis, sus activos privados que vender como mercancía. Así nace el capitalismo de vigilancia y explica las capitalizaciones de Google, Facebook, cada vez más de Amazon, Microsoft, Apple y miles de compañías no solo en el sector tecnológico. El CEO de Ford dice que quiere atraer financiación como la de Google y Facebook pero nadie está interesado. Así que cambiarán Ford y será un sistema operativo de transporte que extraerá datos de la gente que conduce sus coches y los agregará con lo que tienen de ellos en Ford Credit para crear grandes bases de datos y atraer inversores. Es el dividendo de la vigilancia. (…) Con el 11-S se dejó de discutir en el Congreso sobre protección de derechos de privacidad. A esas compañías ya conocidas por su asalto a la privacidad se las dejó que se desarrollaran de manera que invadieran nuestra privacidad porque las agencias de inteligencia en EE.UU. y Europa, que no pueden recolectar esos datos, los obtendrían de ellas. Así, el capitalismo de la vigilancia ha tenido 20 años para desarrollarse sin ninguna ley que lo impida y se ha hecho tan peligroso para la gente, la sociedad y la democracia.

Shoshana Zuboff, catedrática emérita de la Harvard Business School, quién acaba de publicar ‘La era del capitalismo de la vigilancia’, en La Vanguardia

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Objetivo: enojarnos entre nosotros

Al investigar las redes sociales (…) tenía 50000 usuarios de Twitter que elegí al azar (…) Unos cien eran bots [programas de computadora en línea que se ven y suenan como personas reales] rusos operados por la misma persona. [Los bots] siguen a personas reales y se siguen entre si. Hallamos unos ciento cincuenta mil bots en esta red [Twitter] (…) Nunca pensé que encontraría esto (…) Tuiteaban oraciones de novelas o manuales técnicos. Sus fotos de perfil eran fotos de archivo, de vez en cuando ponían emojis, se ponían «Me gusta» unos a otros, se seguían entre sí y se retuiteaban entre ellos. ¿Para qué lo hacían? No lo sabemos. A veces la gente arma enormes redes de bots solo por tenerlas para poder usarlas en el futuro. Se ven legítimas, y cuando quieren enviar spam o influenciar las elecciones, ya tienen cientos de miles de bots. Parte de su objetivo en las elecciones [en EE.UU.] y en el Brexit no ha sido necesariamente apoyar a uno u otro lado, sino enojarnos entre nosotros. Y eso es justo lo que hacen. Con un poco de habilidad técnica y mucha creatividad puedes tener un gran impacto.
Jennifer Golbeck, profesora de Estudios en Informática, Universidad de Maryland, en la serie documental «Conexiones», T01E04 (disponible en Netflix)

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Interland: más que un juego, una manera de enseñar a los niños una internet segura

En estos tiempos de pandemia y virtualidad forzada, Interland -el juego online lanzado por Google hace ya un tiempo-, se convierte en una herramienta útil y divertida para enseñar a los niños cómo utilizar Internet de manera segura.

Bajo el lema “Sé genial en Internet”, esta iniciativa pretende ayudar a los niños a explorar el mundo de Internet de una manera adecuada, basándose en fundamentos como:

  • Sé inteligente en Internet (comparte con cuidado)
  • Mantente alerta en Internet (no caigas en trampas)
  • Mantente seguro en Internet (protege tus secretos)
  • Sé amable en Internet (ser amable es genial)
  • Sé valiente en Internet (si tienes dudas pregunta)

En el juego, los niños se enfrentan a diversas situaciones y deberán ir superando desafíos y preguntas en las que aprenderán, en una forma interactiva, cómo utilizar las ventajas y beneficios de la red al tiempo que aseguran su privacidad y seguridad.

Se accede al juego en español, en el siguiente vínculo: https://beinternetawesome.withgoogle.com/es-419_all/interland

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Un cambio virtual de sexo peligroso

FaceApp es una aplicación móvil para iOS y Android, desarrollada por la empresa rusa Wireless Lab, que utiliza inteligencia artificial para generar automáticamente transformaciones de rostros altamente realistas en las fotografías. Empleando técnicas de deepfake, la aplicación permite transformar el género de un rostro. Estas estampas, muy graciosas por cierto, están invadiendo las redes sociales al tiempo que preocupan a los especialistas por la controvertida política de privacidad de la aplicación.

Explicamos: se deben aceptar para utilizar la aplicación, requisitos tales como que el usuario deberá aceptar que el sistema registre la IP del dispositivo y la página web que se ha visitado antes de utilizar su sistema. Esto significa que FaceApp registrará buena parte de nuestra actividad online. Lo preocupante de esto es que tal aceptación implica que esa información sea cedida a terceras partes. Aunque se clara que los datos son anonimizados, queda claramente explicitado que posteriormente son vendidos a terceros.

El principal cuestionamiento hacia este tipo de aplicaciones gratuitas se refiere, por un lado, a que la totalidad de ellas obtiene un beneficio económico por explotar los datos del usuario. Por otro lado, quien quiera usar este tipo de apps debe aceptar sus políticas de privacidad sin discusión.

La realidad indica que al publicar nuestros datos en internet perdemos por completo el control sobre ellos. Pero las redes sociales son una tentación irresistible para la vanidad de las personas. Allí seguramente se encuentre la clave del éxito estas aplicaciones, aun a pesar que los riesgos que conllevan. 


Fuente: ElPais.com

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