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El gen del sentido común removido

Muchas personas parecen tener el gen del sentido común removido cuando saltan sobre una computadora en la tranquilidad de su casa y piensan que nadie está escuchando (sólo el planeta entero). Parece que esta cosa que llamamos «la web social» es tan nueva que nuestro desarrollo evolutivo no ha alcanzado a la tecnología y todavía estamos pensando en analógico, cuando debiera ser digital!

Parece que compartir en línea es aun tan nuevo y tan temprano en la etapa del desarrollo social digital de los seres humanos, que somos como niños pequeños antes de que tuviéramos todas nuestras células cerebrales alineadas en la secuencia correcta que proporciona capacidades de pensamiento lógico.

Es como cuando un niño se cubre los ojos y dice: «no me puedes ver», porque ellos no pueden verte.

La frase, demoledora pero cargada de un sentido común a toda prueba, pertenece a Jeff Bullas, autor de Jeffbullas.com, un blog que contiene excelente información y consejos sobre social media y marketing online.

El artículo que analiza estas cuestiones tiene un título por demás elocuente: «11 formas de perder tu trabajo en Facebook». Se trata de un breve compendio de 11 casos de personas que perdieron sus trabajos a causa de sus publicaciones en Facebook, de alli lo contundente de la mirada de Bullas sobre estas cuestiones.

Algunos de los casos son realmente asombrosos. Pero espere: estamos hablando de adultos. No pierda eso de vista.

  • Una profesora asociada de sociología en una Universidad de Pennsylvania (EE.UU.) escribió en su perfil: «¿Alguien sabe donde puedo encontrar un asesino a sueldo discreto? Sí, ha sido de esa clase de día». Un mes después: «Tuvimos un buen día hoy. No quise matar a ningún estudiante». La universidad, que encontró motivos para alarmarse en vista de los trágicos acontecimientos que se han dado en los colegios en los últimos años, le dió una licencia indefinida que finalmente duró sólo un mes.
  • Un oficial de policía de la ciudad de Atlanta fue dado de baja en diciembre pasado después de publicar información sobre su trabajo en Facebook. Contó, por ejemplo, sobre su cooperación con el FBI en un caso de drogas y que se sentía frustrado en el trabajo.
  • Otros casos: un enfermero publicó fotos de una persona que asistió, que se había suicidado; trece enfermeras de un hospital crearon un grupo racista; otra docente publicó fotos de viaje suyas, bebiendo; una joven escribió «mi jefe es un pervertido», sin tener en cuenta que lo tenía entre sus amigos.

En todos estos casos, el resultado fue que perdieron o estuvieron a punto de perder sus trabajos por este tipo de publicaciones en sus perfiles de Facebook. Algunos son francamente infantiles; otros revisten una mayor gravedad; todos muestran una ausencia de criterios, de sentido común francamente asombrosa. Aunque, pensándolo bien, ya pocas cosas asombran en el reino de las redes sociales.

Sólo una cosa más: no descarguemos toda la artillería en los jovenes por sus imprudencias y errores mientras participan de las redes sociales. Todos estos casos involucran a adultos, así que hay mucho para reflexionar sobre nuestras actividades en esos espacios.

Fuente: Jeffbullas.com, en donde además se puede leer sobre los otros casos.

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Retención de datos

La Comisión Europea tiene previsto presentar antes del verano una propuesta legislativa para proteger el derecho al olvido en Internet. (…) Tanto buscadores como servicios y plataformas con base social destacan que les sería imposible optimizar su servicio al consumidor si no retuvieran de él una serie de datos sensibles. Tengan o no razón, la norma que resulte deberá ponderar ante todo los intereses del ciudadano, tanto en intimidad como en eficacia en los servicios que contrata.
De «El derecho al olvido: borrar los datos personales de Internet», por Antonio Delgado, publicado en Eroski Consumer

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Aquellos que todavía creen que borrar en Facebook es fácil, deberían leer esto

Me acerca @aletorto un artículo de Gawker.com -en inglés- que me apuro a traducir y reseñar para nuestros lectores. Lo dicho: aquellos que todavía creen que borrar en Facebook es fácil, deberían leer esto.

El artículo en cuestión se titula: «‘Borrar’ en Facebook puede tomar 16 bochornosos meses», y explica cómo una foto causante de cierto bochorno que Facebook nos permite eliminar de nuestro perfil, puede permanecer en sus servidores durante casi un año y medio.

La prueba de esto la ofrece Jacqui Cheng, del blog de tecnología Ars Technica: una foto que eliminó en mayo de 2009 -y acerca de la que escribió en julio de 2009- está todavía en los servidores de Facebook hoy, más de 16 meses más tarde. Afirma la autora del artículo, que:

La red social eliminó el enlace a la imagen de inmediato, pero nunca llegó a quitar el archivo real, es decir, alguien que tuvo o pudo obtener la URL de la imagen puede obtenerla igual de Facebook

Facebook le aseguró a Cheng en julio de 2009, que la imagen se eliminarían en un «plazo razonable» y que el resto de las personas no podrían verla. Pero la autora asegura que ambas afirmaciones resultaron falsas. El portavoz de Facebook Simon Axten le respondió a Ars por correo electrónico esta semana, afirmando lo siguiente:

Para todos los propósitos prácticos, la foto ya no existe, y no nos sería posible encontrarla si se nos solicita e incluso si se nos obliga a hacerlo. Esto es similar a lo que ocurre cuando se elimina la información del disco duro de su ordenador.

Lo que parece no tener en cuenta Axten, como bien se hace notar en el artículo en cuestión, es que a diferencia de los archivos de FB, nuestro disco rígido no está indexado por Google, ni en el caché de los navegadores, o a la mano de hackers. Y se asegura que si alguien está decidido a encontrar una foto embarazosa eliminada, tendrá mejores probabilidades de lograrlo si se publicó alguna vez a Facebook.

La imagen que Cheng borró era muy inocente -su rostro tomado por su webcam-, pero las personas con fotos más comprometidas seguramente deberían preocuparse por el hecho de que a Facebok le haya tomado 16 meses eliminar un archivo público enlazado desde un sitio de tecnología destacado. Como concluye Cheng,

Facebook tiene que hacer del «eliminar», realmente «eliminar». Ya tiene suficientes problemas protegiendo a los usuarios de las filtraciones de privacidad que se supone no deberían suceder; no hay razón para que haya filtraciones en la infraestructura de Facebook por su diseño.

Fuente: Gawker.com

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