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Las tormentas, un chiste de argentinos II

Las pérdidas por la tormenta son enormes: ya son 8 las vidas que se perdieron, voladura de techos, árboles caídos y varios etc. más. A 48 hs. todavía hay mucha gente, incluso en la zona céntrica, sin luz. Pero algunos pensaron superar ese inconvenente con… descaro.

Informa el diario La Capital de Rosario, hoy:

La presión de los vecinos de Rioja entre Alvear y Santiago logró anoche que empleados de la EPE (Empresa Provincial de la Energía) desistieran de darle energía exclusivamente a un edificio de la cuadra mientras dejaba al resto a oscuras. «Fue tanta la bronca y tan impresionantes los insultos por esa injusticia que las cuadrillas tuvieron que irse», relató a este diario un vecino.

El insólito hecho comenzó cuando, pasadas las 20, aparecieron «varias camionetas y un generador gigante destinados sólo a un edificio de Rioja 2307», contó otro testigo. Cuando la gente preguntó el motivo de esa decisión, un referente de la firma santafesina dijo que era una «orden política». Todos empezaron a gritar y hasta hubo intercambios de insultos con los moradores del edificio. Tan tenso se tornó el episodio que la EPE debió abandonar el lugar mientras los vecinos se quedaron con una pregunta atragantada: ¿quién habrá sido el que pidió semejante privilegio?

Que bueno sería saber quién vive en el edificio de Rioja 2307, ¿no es cierto? Aunque, pensandolo bien, para que haya llegado ese generador allí tiene que haber habido alguien que descaradamente levantara el teléfono y pidera; otro que descaradamente atendiera y descaradamente consintiera y diera la orden, en lugar de pararle el carro; otro que descaradamente organizara y descaradamente enviara, y así en más.

¿No será mucho descaro a sólo 7 años del «que se vayan todos»?

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Confirmado: la culpa siempre es del otro.

Se conoció recientemente una encuesta sobre lo que más enoja a los argentinos, una especie de ‘top ten’ de las cosas cotidianas que nos sacan de quicio.

La investigación fue realizada por la revista Selecciones, que buceó entre los hechos que desatan la ira de nuestros compatriotas y los comparó con ciudadanos de otros países.

En Argentina se relevó el testimonio de 2.443 personas de todo el país. Aquí vamos:

– El 72% de ellas aseguró que lo que más logra sacarlos de las casillas es que alguien se cuele en la fila. Si tenemos en cuenta que entonces sólo se cuela el 28% restante, significa que sería muy raro ver a alguien colándose. No sé de que se quejan.

Los colados lideran el ranking de enemigos públicos en nuestro país, pero no en Europa: allí caen al tercer puesto. La gente allá se cuela menos, o se queja menos por los que se cuelan. O no hacen cola. No lo sabemos.

– Aquí en Argentina ensuciar los lugares públicos ocupa el segundo lugar. Eso significa que la gente que ensucia los lugares públicos es muy sucia, porque sino no sería posible acumular tanta basura como se ve en las calles. Tienen razón, che.

– El tercer lugar es para los cortes de calle. No sé que decir. No encuentro piqueteros para preguntarles, porque son tan pocos…

– El cuarto, para las violaciones a las normas de tránsito. Ah, eso si. Son unos guachos. Todos manejan mal, doblan sin hacer señales, te tiran el auto encima. Ellos manejan realmente mal.

La lista es larga y distinguida: siguen los que fuman en lugares prohibidos -esos son los peores-, los que se hacen los dormidos para no ceder el asiento -no tuvieron madre, che-, las demoras en el transporte público, los peatones imprudentes, la impuntualidad, los autos estacionados en doble fila y los que hablan a los gritos por celular, ventilando en el colectivo o en el restaurante los detalles de su conversación. Toda esa basura de conducta. Que porquería.

Por supuesto, internet no escapa a las actitudes molestas. Los internautas opinaron: el 77% detesta los avisos que se le abren en la pantalla (pop-ups) y a siete de cada diez los pone de pésimo humor el correo no deseado. La verdad es que admiro al 23% restante, cómo siendo tan pocos hacen tanto despelote.

Dice al respecto una especialista de la Asociación Argentina para el Estudio y la Prevención del Estrés: «Creo que es un buen síntoma que las cosas que más nos enojan tengan que ver con la transgresión. Implica que la gente está tratando de soltar el estereotipo clásico del argentino avivado, aprovechador. Es un buen signo».

Cuando termine de reirme sigo.

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