La sonda Voyager 2, lanzada en 1977 junto a su gemela Voyager 1 con la misión conjunta de sobrevolar los planetas gigantes Júpiter y Saturno, lleva 31 años viajando por el espacio. Increiblemente y a pesar del frío y la oscuridad, continúa enviando información a la Tierra, alimentada como está por baterías nucleares.
El jueves pasado se informó en el sitio de la revista de divulgación Muy Interesante, que la nave cruzó la frontera del sistema solar en un lugar más próximo al sol de lo que se había previsto, lo que indicaría la existencia de una irregularidad o abolladura en la heliosfera. Textualmente,
La Voyager 2 acaba de traspasar los límites de la heliósfera, la enorme burbuja magnética que rodea al sol y sus planetas. Y los últimos datos enviados por la sonda revelan que, lejos de ser un círculo perfecto, el sistema solar tiene una forma aplastada y alargada. La asimetría podría deberse al campo magnético existente entre los sistemas estelares en la Vía Láctea, que golpea el sistema solar a un ángulo diferente en el sur que en el norte, probablemente debido a la turbulencia interestelar de las explosiones de las estrellas.
Saludos, V’Ger
Foto: Saturno y sus lunas Tetis y Dione, enviada por la Sonda Voyager el 3 de noviembre de 1980. Distancia: 13 millones de km. (NASA.gov)