En un artículo que publica hoy Clarin.com, avanzando un poco más sobre cómo será el nuevo sistema de dominios web ilimitados que la ICANN aprobó el jueves pasado, hay una opinión digna de ser atendida que difiere bastante del marcado optimismo de la organización al respecto.
Para Gustavo Soliño, coordinador de NIC.ar, el organismo de la Cancillería que se ocupa de proveer los nombres de dominio .ar en la Argentina, la liberación de los dominios se acerca más a un negocio que a una solución. Y afirma:
Creo que generará confusión. Por ejemplo, en el Brasil hay 53 subdominios: para abogados, médicos, veterinarios, odontólogos… Pero la gente sigue escribiendo .com.br. La gente no sabrá si entra a un sitio del gobierno o al de una ONG.
Algo de razón parece asistirle si se tiene en cuenta que la registración de un dominio personalizado costará mucho más que los us$35 por año que exige un .com o del hasta ahora gratuito .com.ar. El motivo es que la elaboración de la nueva Solicitud de Propuesta para obtener un sufijo le insumió a la entidad más de 20 millones de dólares. Y por eso organizarán subastas donde las pujas de los ofertantes fuercen precios cercanos a los 100 mil dólares o más.