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Día del Profesor

Cada 17 de Septiembre se celebra en nuestro país el Día del Profesor. La fecha rinde homenaje a José Manuel Estrada, quien fuera profesor, orador, escritor, periodista y educador.

Estrada, uno de los más destacados intelectuales de su época, nació el 13 de julio de 1842 en Buenos Aires y murió el 17 de setiembre de 1894 en Asunción del Paraguay. Huérfano desde muy pequeño, quedó a cargo de su abuela. Concurrió al Colegio San Francisco, donde recibió instrucción en filosofía, teología, religión y humanidades.

En 1858 fue premiado en un concurso de historia, hecho que lo decidió por el estudio de la materia. Llegó a ser uno de los más destacados historiadores argentinos.

Con sólo 24 años se inició en la docencia, y al poco tiempo la recopilación de sus Lecciones sobre la Historia de la República Argentina se transformarían en un libro. Domingo F. Sarmiento lo nombró Secretario de Relaciones Exteriores y le encargó la enseñanza de Instrucción Cívica en el Colegio Nacional, en donde Estrada ya enseñaba Filosofía.

Como escritor, se destaca su obra Signun Foederis (El signo de la Confederación), que resume su profesión de fe y su pensamiento político. Entre 1869 y 1876 fue nombrado Jefe del Departamento General de Escuelas, Director de las Escuelas Normales y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y Rector del Colegio Nacional.

En memoria de este educador, se rinde en este día homenaje a todos los esforzados y dedicados profesores de hoy. Y entre todos ellos, nuestro recuerdo para Carlos Fuentealba.

¡Feliz día, queridos profesores!

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Más sobre internet en la escuela

Muy interesante la nota publicada en Educ.ar sobre algunos aspectos negativos implicados en la prevención de los «riesgos de internet».

Personalmente adhiero a todos los conceptos vertidos allì, aunque no coincida con eso de «matar al mensajero», culpando al redactor del periódico por su nota, imbuída del error general que sobrevuela la cuestión internet. Si los expertos no alzan la voz y no participan de la discusión, alguien va a tomar su lugar. Hace falta hacer docencia. Mucha.

Sin embargo, y a pesar del caracter meramente comercial que se le da a las campañas de las empresas, también adhiero a ellas, no por ser yo ignorante del negocio fenomenal que representan los softwares de seguridad, sino porque también sirven para alertar sobre los riesgos ciertos.

Lo importante es que toda la discusión no empañe la revolución fenomenal que representa internet para la comunicación entre las personas. Estas mismas líneas, ¿serían posibles sin internet? No creo. En todo caso, estarían restringidas a un grupo limitado de lectores cercanos. En cambio ahora están publicadas a la vista de todo el mundo, y sin restricciones ni censura. Lo que escriba estará condicionado sólo por mi capacidad de expresar el mensaje.

¿Qué otro medio permite esto? Ninguno. No al menos con este alcance. Esto es parte de la naturaleza misma del medio. Sin restricciones, sin controles y sin dueños.

Ahora bien, el control de lo que se ve y se lee por internet se trasfiere de este modo al lector/observador. Qué ver, qué leer, qué escuchar, es prerrogativa y privilegio del receptor. En el mejor de los casos, tanto el emisor/generador de contenidos como el receptor deber ser educados para el intercambio, la lectura, la crítica, la ponderación, el análisis, el desenmascaramiento llegado el caso.

Que oportunidad se presenta ante el educador, de preparar individuos capaces de comunicarse, de emitir y recibir críticamente información para su provecho y el de los demás.

Las conductas extraviadas que se observan en internet son nada más que el reflejo de las diferentes conductas de los seres humanos. Decíamos alguna vez que el que delinque usando internet es un delincuente, esto es independiente del medio que use.

Protejamos a nuestros chicos enseñándoles lo bueno, y no sólo hablando de todo lo malo. En el aula hay mucho para proponer, desafiar, aprovechar creativamente. Si requerirá en todo caso una disposición al trabajo creativo que permita la aplicación de las buenas ideas que surgen del aprendizaje eficaz.

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Del dicho al hecho…

…Hay mucho trecho. Esa frase, típica de la abuelita, se ajusta muy adecuadamente a los dichos de ciertos teóricos de la tecnología. Y ni que hablar de los políticos.

En el último seminario del que participé se habló de aulas virtuales, nuevas tecnologías, etc. Todas cosas maravillosas a las que muchos dedicamos tiempo, estudio y trabajo. Pero mientras hablaban los disertantes (en particular, cuando lo hizo una representante del estado), se me ocurrió que cuando quisiera aplicar algunas de esas teorías sería bastante difícil de lograr, algo así como pretender teorías de Europa del norte en Africa central.

Me explico. Cuando el docente necesita quitarle tiempo y recursos a otras cosas para poder capacitarse, para desarrollar proyectos, para investigar, porque las escuelas (el sistema en general) pagan solo las horas frente al aula, es difícil reconocer que las nuevas competencias tecnológicas para todos los docentes son una realidad para la cual el docente debe capacitarse. Y estas son teorías que son sólo aplicables con docentes dedicados tiempo completo, que no tenga que correr de una escuela a otra para completar un sueldo magro.

Con sueldos pobres y sin soporte económico para el estudio, la investigación y la capacitación, es sumamente difícil progresar. Podría decirse, y con serias dudas que eso sea totalmente así en todos los casos, que sólo la universidad provee un margen para las actividades de investigación. El resto, poco y nada.

Las teorías más brillantes mueren de cara a la realidad si no se adecúan a ella. No estoy hablando de «nivelar hacia abajo», negando el avance y la capacitación tecnológica, sino de que la cuestión académica sea resuelta siendo conscientes de la situación real del país, y consideando que cada integrante de la comunidad docente es parte fundamental para que el sistema funcione.

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