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conducción

Manejar y enviar SMS es más peligroso que manejar alcoholizado

Así parecen confirmarlo ciertas pruebas efectuadas por la RAC Foundation, una institución no gubernamental británica que promueve el uso seguro de los vehículos, en continuidad con ciertas medidas que se vienen imponiendo en aquellas islas con respecto a manejo, seguridad y celulares.

Según informa hoy el Telegraph, de las pruebas se desprenden algunos datos sorprendentes:

  • El tiempo de reacción de los conductores mientras envían SMS se deteriora un 35%
  • En comparación, los conductores que se encuentran al límite legal de alcohol pierden un 12% de capacidad de reacción, mientras que aquellos bajo los efectos del cannabis están un 21% más lentos.
  • La combinación de incremento de la actividad mental requerida para escribir un SMS, el debilitamiento del control -causado por el acto físico de sostener el teléfono-, y el debilitamiento visual que produce estar continuamente cambiando la orientación visual entre el teléfono y el camino, da lugar a un deterioro de la capacidad de mantener un rumbo seguro en el andar con el vehículo.

El director de la RAC Foundation, Prof. Stephen Glaister, dijo al mencionado periódico al respecto, que:

Tenemos que asegurarnos de que los fanáticos de los SMS entiendan que enviar mensajes de texto es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer mientras se está al mando de un automóvil.

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Siempre dudando…

Suele suceder con algunos jefes, directores, encargados y demás personajes en puestos de ¿responsabilidad?, que tienen la ferrea convicción de que algún problema siempre habrá con nosotros, y por eso están obligados a tratarnos como sospechosos eternos.

Siempre la duda, la observación vigilante, la mirada furtiva en busqueda de actitudes «sospechosas»; en definitiva, el maltrato constante y gratuito.

Hace poco estuve en una reunión en la que el responsable trató a los presentes, profesionales y docentes, como niños maleducados y descuidados.

Este trato paternalista invade cada acto de los que tienen poder (por pequeño o grande que este poder sea; ya sea un director de escuela, un politico, u otro). Sucede con el chofer de colectivos que en su pequeña dosis de poder no se detiene y te deja a pié (ese es su espacio de poder); con el municipio que pone «lomos de burro» en cada calle para que algunos no corran y los demás rompamos el auto; con el inspector de tránsito que tiene el poder de retenerte y hasta mandarte al corralón si lo desea (ni hablar de justicia…).

Considero que todas las personas tienen derecho a demostrar quienes son, que pueden hacer, que intenciones tienen, y a la luz de los resultados evaluar sus desempeños. Bajo sospecha nadie da su mejor esfuerzo.

En todo caso habría que revisar los atributos de conducción de aquellos que ocupan cargos de poder, para saber si realmente saben tener gente a su cargo, o sólo buscan el oropel de la posición y el poder sobre esclavos genuflexos.

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