El Reglamento Europeo de Protección de Datos, ley sancionada por el parlamento europeo que entró en vigencia en mayo de 2016, hoy termina su período adaptativo. Se trata de la legislación relativa a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento y circulación de sus datos personales. Las organizaciones y empresas deberán cumplirla a partir de ahora, a fin de evitar un daño a la reputación de las marcas involucradas y las multas consiguientes.
La legislación aplica a todas las empresas que procesan datos personales de residentes de la Unión Europea, independientemente de la ubicación de la empresa o donde se procese la información.
Las multas máximas aplicables, como por ejemplo por no tener suficiente consentimiento del cliente para procesar sus datos, pueden llegar hasta el 4% de la facturación global anual o 20 millones de Euros, lo que sea mayor.
Una de las más importantes modificaciones con respecto a la ley anterior, se da en las condiciones para el consentimiento: las empresas no podrán usar términos y condiciones ilegibles, y tampoco extensas descripciones de carácter legal. La solicitud de consentimiento debe darse de forma fácilmente comprensible y de fácil acceso, además que debe ser tan simple aceptarlo como retirarlo luego.
Con esta nueva ley, cualquier ciudadano tiene derecho a obtener su propia información solicitando una copia gratuita en formato electrónico, además de conocer dónde se están utilizando sus datos, y con qué objetivo. Podrá además exigir la eliminación de información personal cuando los datos ya no sean relevantes o las personas involucradas retiren el consentimiento, y que potenciales terceros involucrados también cesen el procesamiento o difusión.
Teniendo en cuenta los esfuerzos de muchos años, tanto de instituciones y particulares -me permito incluirnos- en pos de lograr una internet más segura, sin duda es esta una muy buena noticia.
Fuente: EnvíaloSimple