Danos un movimiento voluntario y te comunicamos con el mundo.
Ing. Luis Campos, 1986
El lugar: el Centro Educativo de Alberdi, en Rosario. La escena: un niño, alumno de 1er. grado de la escuela con plena capacidad cognitiva pero con una importante limitación motríz, escribe su nombre con su mentón utilizando un dispositivo conectado a una notebook. Todos reímos de felicidad por el logro.
El artífice de este pequeño milagro: el ingeniero Luis Campos, presidente de C.A.M.A.C. Centro Argentino de Medios Alternativos de Comunicación, y diseñador y constructor de dispositivos que abren un nuevo mundo a partir de la investigación y diseño de nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.
Un guía para descubrir juntos un nuevo mundo
El C.A.M.A.C. tiene entre sus objetivos, «fomentar la comunicación de las personas con discapacidad para con la comunidad toda, fomentando a tal efecto y perfeccionando en lo posible el nivel asistencial, educativo y social de los mismos, procurando su mejor recuperación». Para ello, no sólo diseña y provee una variedad de dispositivos diseñados para tal fin, sino que promueve la difusión de actividades tendientes a continuar con la investigación y el desarrollo de estas tecnologías, todo bajo la premisa de «facilitar la adaptación social de las personas con discapacidad».
Ajustando, midiendo, acomodando, mejorando la interacción
Luego de la larga jornada, de mucho trabajo pero también cargada de emoción, el Ing. Campos tuvo la amabilidad de permitirme entrevistarlo para conocer un poco más en profundidad su trabajo. A continuación, el audio de la charla:
Es interesante el recorrido que se plantea en la charla, no sólo en cuanto al origen de su interés por la investigación de estas problemáticas, sino por la forma que sus ideas se van abriendo paso por entre la desidia de las autoridades y la desconfianza de quienes deberían tener algunas certezas pero se convierten en tropiezo.
Momento de alegría y aprendizaje esta mañana en la escuela; de asombro y admiración de quienes fuimos testigos de una evidente mejora en la calidad de vida, cuando las tecnologías y la inventiva vinieron en nuestro auxilio.