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aprendizajes

TICs: ¿Por qué es necesaria la capacitación docente?

Aquí, algunas ideas desordenadas reunidas a partir de la propuesta de debate en «Plan a». ¿Por qué capacitarse? ¿Por qué los decentes necesitamos -y debieramos- capacitarnos?

  • En beneficio de nuestra propia actividad, de nuestras propias tareas, para saber usar y sacar provecho de una cantidad de servicios y herramientas que proveen estas nuevas tecnologías como una ayuda en el desarrollo de nuestras actividades, preparación y forma de comunicarnos.
  • Para no quedar ignorantes en cuanto a la tecnología ya sociabilizada por los propios alumnos (celulares, internet, chat, fotologs, etc.)
  • Para ponerle contenido, sentido y criterio a todo eso que los chicos ya usan. Al decir de Eco, para «poner cotidianamente en escena el intento de reorganizar sistemáticamente lo que Internet le transmite en orden alfabético», estableciendo una «relación sistemática entre nociones”. Definitivamente, se trata de recuperar la noción de que aprender puede ser emocionante y entretenido, y que es una tarea que llevamos a cabo trabajando todos juntos, respetando roles y en forma responsable. Es decir, logrando aprendizajes significativos. Y aquí habría que considerar algunas cuestiones elementales:
    • Los chicos saben usar muy poco y no tienen un sentido claro de como funciona y para qué sirve.
    • Como consecuencia, hay mucho y muy bueno que no saben que existe.
    • Deben entender los beneficios y también los riesgos.
    • Deben entender que hay una gran carga de autonomía y libertad en el uso de estas herramientas.
    • Estas tecnologías introducen cambios a las formas de colaborar, decidir, al lugar del poder y la información, etc., y para eso hay que estar preparados.
    • Tanto la sociedad como los chicos mismos reclaman -las más de las veces en silencio- otras competencias. Y se necesitan docentes formados para proveerlas -en el sentido de aprovisionarlos, de darles lo necesario para el resto del camino.
  • Para no encasillarnos ni trasladar a estas nuevas tecnologías los problemas y limitaciones con que solemos encontrarnos en nuestra práctica; así como elaborar estrategias pedagógicas creativas sin limitarnos o restringirnos a recetas. Descreo de las recetas en general, y en la educación en particular. Sí creo en una formación sólida que permita ejercer creativamente la libertad de pensamiento y de acción. En todo caso, la evaluación previa de las propuestas y de los resultados posteriores decidirá si la idea, proyecto o iniciativa es viable, pero no puede haber recetas.

En el video a continuación, hablamos en el programa de TV sobre la seguridad en el uso de las TICs, también como una razón para la capacitación docente.

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Las tecnologías en la escuela necesitan de contenidos, no de modas

El libro, el pizarrón, la tiza, el banco, el aula, el taller, la escuela, el lápiz, el pincel, el cuaderno, la campana, el manual, la plasticola, la brillantina, la gomina, el papel secante, la pluma fuente, el plumín, el papel glacé, el mástil, la bandera, los juegos, el bebedero, el lavatorio, el mingitorio, la puerta, el picaporte, el portafolio, la cartulina, el mapa, el repuesto rivadavia, el guardapolvo, los mocasines, el tubo fluorescente.

Estas eran algunas de las tecnologías que usabamos en mi época de escolar. Muchas de ellas cambiaron radicalmente en función de un cambio de teoría: a modo de ejemplo, el banco fijo en hilera del conductismo dió paso al más constructivista pupitre libre con silla, en franca evidencia de que la escuela -a diferencia de lo que afirman algunos iluminadossí sabe que hacer con las tecnologías, aunque a veces se sobresalte y no reaccione de inmediato, porque entiende que ellas acompañan formas y modos de educar, y también ideologías, según sean aceptadas y utilizadas o desechadas.

Desde hace varios años se suman la tele, los diarios -otro cambio importante, seguramente- y el video y, más recientemente, las actuales nuevas tecnologías -y enfatizo la palabra nuevas: cd, dvd, mp3, internet, etc., etc., que la escuela seguramente está aprendiendo a incorporar. Evidencias hay de ello.

El problema de la incorporación de los cambios tecnológicos en la escuela, y de las nuevas tecnologías en particular, parece ser que también se espera que cambie la forma en que suele cambiar, valga el juego de palabras.

La tecnología en la escuela siempre cambió cuando se «llenó» de contenido -nuevas teorías, nuevos usos, nuevas disciplinas, nuevas necesidades. Ahora parece no hacer falta el contenido: con que esté de moda basta. Cuando hablan los tecnólogos, «mercadólogos», economistas, gurúes y otras especies dentro de la fauna de opinólogos– la escuela siempre está errada.

Pero no nos equivoquemos: la escuela va a incorporar todas estas tecnologías nuevas cuando pueda -podamos- «llenarlas» de contenidos en función de mejorar los aprendizajes, razón última de ser de la escuela.

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