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El exitoso lanzamiento del ARSAT-1

ARSAT-1 es un satélite de comunicaciones geostacionario operado por la empresa propiedad del Estado argentino AR-SAT y construido por la empresa INVAP.

Su lanzamiento, programado para mediados de 2012 pero pospuesto por diversas razones, finalmente sucedió hoy a bordo del cohete Ariane 5 de la empresa Arianespace.

Estará localizado en el slot geoestacionario en la longitud 72° Oeste, y a 36 mil kilómetros de la corteza terrestre.

ARSAT-1 fue financiado, desarrollado y ensamblado en Argentina a cargo de técnicos y científicos industria argentina. La mayoría de sus piezas y el software fueron fabricados aquí, mientras que la carga útil del satélite fue importada de Francia, la propulsión de Alemania, y el cilindro central y los panales solares son de origen europeo.

Argentina se convierte así en una de las ocho naciones en el mundo que desarrollan y producen sus propios satélites geoestacionarios y, junto a Estados Unidos, son los dos únicos en el continente americano.

En el video, el momento de lanzamiento desde la estación Arianespace en la Guayana Francesa, con comentarios del Dr. Adrián Paenza.

Fuente: Wikipedia

Una mirada sobre el futuro de la educación

Si bien no es posible -ni justo- generalizar del modo en que lo hace la viñeta a continuación, es igualmente cierto que hay mucho de este pensamiento que ya está enquistado en el sistema -y más se nota cuanto más se sube en la «pirámide» de responsabilidades-.

Unos minutos después de hallar y republicar esto en mi perfil en Facebook me encuentro con un artículo de Adrián Paenza en Página/12, en el que bajo el título de «Alfabetización siglo XXI» este matemático, docente y periodista habla sobre algunos de los cambios, ya no necesarios sino imprescindibles, de la educación argentina.

A partir de la noticia del aumento del presupuesto de Ciencia y Técnica recientemente anunciado por el gobierno, del 0,65% al 1,65% por ciento, el Dr. Paenza dice cosas como estas:

No reniego de nuestros recursos naturales tradicionales: muy por el contrario. Pero teniendo tanto potencial, ¿podemos seguir dependiendo de si sube o no la soja? Creo que podemos permitirnos ilusionarnos con algo más, pero para eso hacía falta dar un primer paso, un enorme primer paso, y eso fue lo que anunciaron Cristina Kirchner y Lino Barañao: aumentar el presupuesto de Ciencia y Técnica. Llevarlo del 0,65 por ciento del PBI que se invierte ahora al 1,65 por ciento. (…) El país, de acuerdo con este plan, apunta hacia algunos objetivos muy concretos y estratégicos, pero yo me quiero detener en uno muy especial: la generación de software.

¿Contestaría usted que una persona se define hoy como alfabeta si sabe leer y escribir? Creo que es fácil detectar que esa definición estaba bien hace 50 años… o 100 años, pero ¿y hoy? ¿Podría afirmar que una persona que solamente sabe leer y escribir es una persona preparada para enfrentar la vida sin dar ventajas como lo estaba hace un siglo? Ciertamente son condiciones necesarias, pero ¿suficientes?

A continuación, el autor elabora una lista de la A a la Z con algunos de los avances tecnológicos que identifican a esta verdadera revolución digital, desde los teléfonos inteligentes hasta los vehículos robotizados y los sistemas de reconocimiento de voz. Y continúa con dos párrafos de un informe preparado por la Fundación Sadosky:

Estos sistemas, herramientas y servicios pertenecen a un dominio muy vasto, que continúa creciendo, conocido bajo la denominación de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Pero estas tecnologías no se limitan a esas aplicaciones y son en gran parte responsables de la revolución de la biología molecular, con impacto en la salud y la alimentación, o de que muchas industrias hayan mejorado sus productos y los han hecho más seguros y eficientes.

Y añade:

Es obvio que hay muchísimo para debatir porque esto recién empieza, pero propongo de entrada sumarme a lo que está sucediendo en el mundo: ¡hay que enseñar a programar en las escuelas! Sí, a programar. Y cuando digo escuelas, me refiero a las escuelas primarias y secundarias.

Esta cierta concepción utilitaria, a mi personalmente no sé si me cierra del todo. Enseñar a programar «para» en vez de «por qué» tiene sus riesgos. Pero sin dudas la propuesta es interesante aunque no innovadora. Muchos docentes enseñamos a programar: si no programación «dura», sí seguramente algo de código y lógica de programación. Y concluye:

La pregunta que yo quiero hacerle a usted (y me la hago a mí también) es: ‘¿Queremos subirnos al siglo XXI o no?’. El propósito es empezar a discutir los cambios que debería sufrir (o disfrutar, para elegir un término mejor) el sistema educativo. Tal como está, no sólo atrasa, sino que corremos el peligro de quedarnos afuera de la nueva revolución. Y lo peor es que tenemos todas las herramientas para que eso no suceda.

Hace algunos años, en los comienzos del proyecto que después se convertiría en «Conectar Igualdad», el Dr. Paenza fue un entusiasta impulsor. Luego, y sin ser nuestra intención siquiera mencionar aquí sus razones, dejó de apoyar el proyecto.

Esperemos que una nueva decepción no lo aparte esta vez. Dr. Paenza, los que estamos en el llano contamos con usted.

Fuente: Página/12

Una elección tecnológica en la que subyace una decisión ideológica

Por supuesto que no estoy empeñado en cascotearle el rancho a nadie. Mi seguimiento todos estos años del tema OLPC, proyecto relativo a darle una laptop a cada estudiante -que ahora finalmente ha comenzado a fogonear el gobierno argentino-, me permite percibir que es de todo menos inocente.

La idea romática de que tanto a gobernantes como empresarios les interesa primeramente la educación de nuestros niños es, cuanto menos, ingenua -por no ser severo al juzgar a quienes así lo creen.

La cuestión de entregar las laptops del proyecto OLPC comenzó a evaluarse en el año 2005. La idea original de Negroponte fue bastardeada por nuestra fauna política al punto de que pareciera tratarse de una solución para las empresas, antes que una respuesta de nuestro vapuleado sistema educativo a los cambios necesarios para que nuestros pibes encaren con éxito los desafíos del siglo XXI: finalmente, se negoció con las multinacionales líderes, según afirma Sebastián Premici en un artículo titulado Las empresas que ganan con las laptop educativas, publicado en el diario Página/12 el pasado martes.

Extracto a continuación algunos pasajes de la nota:

El plan para distribuir tres millones de netbooks en los próximos años a todos los estudiantes de las escuelas secundarias, con un costo de 750 millones de dólares, encierra un debate que gira alrededor de los modelos educativos y las elecciones tecnológicas. Si bien el programa anunciado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tendrá una licitación internacional, Argentina ya adoptó un modelo de inserción de computadoras basados en los equipos Classmate, una iniciativa promovida en el mundo por Intel y Microsoft, en detrimento de otras opciones. La más conocida es el proyecto de Nicholas Negroponte, One Laptop Per Child, que por ser un equipo creado de cero, todavía posee características inferiores a las tecnologías comerciales. Sin embargo, lo ambicioso de este proyecto, que ya fue adoptado por Uruguay en su Plan Ceibal, Perú y Colombia, es su modelo educativo que apunta a romper la clásica relación tutor-alumno. (…)

La Argentina y el Ministerio de Educación tienen diseñados varios proyectos educativos junto con las empresas Microsoft e Intel. Este dato nunca estuvo ausente en las discusiones por el proyecto OLPC, cuyos componentes rivalizaban con las dos empresas mencionadas (software libre por un lado y el principal competidor de Intel, AMD, empresa que luego desistió de participar en la iniciativa). “Nuestro objetivo es ciento por ciento linux”, había afirmado Filmus en 2005. El proyecto de Negroponte se perfilaba titánico y de un gran alcance. Ese mismo año se hablaba de posibles compras por parte de China, Tailandia, Brasil y la India. Microsoft e Intel no querían quedarse fuera de ese proyecto (y gran negocio). Ambas empresas –que desde el desarrollo de la computación personal en la década de 1980 siempre actuaron en tándem– no perdieron tiempo y elaboraron una estrategia de inserción dentro del proyecto OLPC. (…)

Pero la jugada más fuerte de la multinacional de los microprocesadores fue ingresar en el directorio de OLPC. Y con Intel, también ingresó Microsoft, aunque no de manera formal. Este cambio de rumbo en el proyecto original de Negroponte provocó el alejamiento de (Adrián) Paenza. “Sigo pensando que es una iniciativa maravillosa, que ha sido torpedeada por los grandes conglomerados que se habían o se han quedado afuera”, manifestó Paenza (Clarín, 6 de enero de 2008). Mientras Intel formaba parte del directorio de OLPC, seguía comercializando sus Classmate al público masivo, a 500 dólares cada máquina. Pocos meses después de su ingreso en el directorio, simplemente se alejó. El proyecto de Negroponte tenía por objetivo superar la discusión tecnológica e intentaba centrar el debate en un modelo educativo propio del siglo XXI. (…)

Por su parte, el ex titular del portal educativo del Estado Alejandro Piscitelli, docente de la UBA, escribió varias veces en su blog (www.filosofitis.com.ar) las diferencias educativas entre el modelo propuesto por la OLPC (centrado en los alumnos) y la Classmate (centrada en los docentes). “Lo que está en juego aquí es una cuestión relativa a la consideración de los chicos como una clase social, es decir poder determinar hasta qué punto los chicos son agentes en sí mismos, más allá de las motivaciones, manipulaciones o socializaciones impuestas por los adultos.” El proyecto OLPC proponía (aún lo hace en el caso de Uruguay, Perú, Colombia) un pasaje del tutor al estudiante, “algo que va en contra del paradigma tradicional de enseñanza”, como indicó Piscitelli. Toda elección tecnológica trae aparejada una decisión política e ideológica de fondo. (…)

Más allá de cualquier debate sobre qué tipo de tecnología utilizar, es relevante que este tipo de políticas sociales o educativas –más o menos universales– se pongan sobre la mesa. Las casi tres millones de netbooks que se licitarán –sobre el modelo Classmate– tienen implícito el desafío de incorporarse dentro de una política educativa del siglo XXI.

Cuando los intereses corren por una cuerda diferente al propósito que se dice buscar, todo proyecto está destinado al fracaso. En este caso no pierden solo los pibes: perdemos todos.

Fuente: Página/12

OLPC en Argentina, cada vez más lejos.

Prometo no editorializar, aunque con el título ya lo esté haciendo… Copio y pego del muy completo e interesante informe de Clarín de ayer:

Se anunció hace tres años como un proyecto «humanitario», tuvo el respaldo de la Casa Rosada y prometió la llegada de un millón de pequeñas computadoras, en el año 2007, para chicos sin acceso a la tecnología. El objetivo, más que loable: la reducción de la brecha digital, con bajo costo para el Estado… Pasó el tiempo y la verdad es muy distinta. Aquel plan «semi-benéfico» tomó la forma de un gran negocio, el precio de las computadoras subió de 100 a 180 dólares, y a 500 en el mercado libre, y gigantes de la tecnología iniciaron una puja comercial aún en desarrollo. Resultado: un millón de chicos arranca el 2008, declarado por el Gobierno como el «Año de la Enseñanza de las Ciencias», sin computadora.

Es interesante en este punto leer el recorrido histórico que el artículo hace. ¡Que entusiasmadas estaban nuestras autoridades! ¡El futuro había llegado! Pero no paró y nos pasó por arriba:

Llegó el año 2007, de renovación presidencial, y comenzaron las pruebas técnicas. Hasta allí, no se había demostrado la eficacia y utilidad de las computadoras escolares. Un equipo encabezado por Hugo Scolnik, creador y hoy director del Departamento de Computación de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, comenzó a probarlas. Sorprendió la lentitud de los primeros prototipos. En febrero llegaron 50 máquinas XO, modelo B1, del programa impulsado por Negroponte, y en mayo, 200 más, modelo B2, pero los adaptadores no cumplían con las normas IRAM y tuvieron que ser devueltos.

Y más adelante:

Había cambiado por completo el mapa de oferentes. Lo que iba a ser una oportunidad auspiciosa para técnicos argentinos, que podían desarrollar el software y agregarle valor a las laptops educativas, mediante el diseño de programas útiles para el ámbito educativo nacional, era ahora un simple trabajo de adaptación de tecnologías de afuera. La situación tuvo que ser repensada. Con las primeras computadoras que llegaron se hicieron pruebas piloto en 12 escuelas de siete provincias: Buenos Aires, Chubut, Mendoza, Misiones, Salta, Santa Fe y Tucumán. Participaron 700 alumnos. En algunos casos, dos chicos usaron la misma computadora, en distintos turnos. Pero esto fue recién en octubre pasado, cuando se suponía que el proyecto tenía que estar más avanzado. Hace un mes, cuando se suponía que el millón de computadoras iba a estar ya en la Argentina, Clarín hizo un pedido de acceso a la información para conocer los últimos detalles del caso. Desde el portal Educ.ar, se recordó que «cuando el MIT anunció el proyecto, estableció que los dispositivos costarían 100 dólares», pero agregó: «Al día de hoy no se ha conseguido alcanzar ese valor. Las compras que realizaron en Uruguay, Perú y México confirman que, al 21 de diciembre, el valor es de 180 dólares». Ochenta dólares más, 80 por ciento más.

Y esto… esto sería un paso de comedia, si no fuera un fiásco…

Alejandro Piscitelli, gerente general de Educ.ar, aclaró que, junto con los requisitos de la prueba técnica y la fabricación del modelo definitivo de la laptop que comprará el Gobierno (hoy se prueba el modelo B4 de Negroponte), figura «el respeto a la transparencia y demás principios que rigen la contratación pública en la adquisición de los dispositivos, con estricto cumplimiento de los recaudos legales, reglamentarios y presupuestarios». Hay licitación en puerta. ¿Cuándo? Falta mucho, mucho más que lo indicado en aquellas viejas promesas de 2005. La comisión formada para redactar el pliego no se reunió ni una sola vez. «En función de haber comenzado las pruebas piloto en octubre -dice la contestación oficial-, aún no se cuenta con un informe final que posibilite la toma de decisión, es decir que no se ha completado la primera condición previa». Es decir que hoy, cuando las fanfarrias de los anuncios oficiales han callado, no se sabe todavía si las computadoras sirven o no. ¿Y cuándo va a estar ese informe entonces?, preguntó Clarín. La respuesta: «Se espera tener un informe exhaustivo para agosto de 2008».

Lo bueno de esto es cuanto ahorramos en saboteadores externos: nos saboteamos nosotros solos. ¿Y que dice Adrián Paenza, el impulsor inicial del proyecto?

Con respecto al proyecto a nivel internacional, yo estuve/estoy en contacto con Negroponte. Sigo pensando que es una iniciativa maravillosa, que ha sido «torpedeada» por los grandes conglomerados que se habían o se han quedado afuera. (Intel había insinuado un acercamiento a Negroponte, pero hace dos días puso fin a esa tregua). Las computadoras no cuestan lo que iban a costar (100 dólares), sino que su valor (hasta donde sé) llega a los 188 dólares. Eso generó un clima de incertidumbre en varios países. Mas aún, el hecho de haber modificado el programa de manera tal que ahora aún los «no chicos» pueden acceder a tener una, siempre y cuando uno compre dos y regale una, atenta contra lo que se había planeado.

Y claro, ya se bajó del proyecto. Nosotros suponíamos que algo así iba a suceder y lo dijimos hace casi un año. A propósito: el video en el que el prof. Paenza hablaba del proyecto no está más en el portal Educ.Ar. No se debería jugar así con la gente. ¿Y qué dicen los técnicos?

«Nosotros actuamos rápido en el testeo. La B4 la tuvimos hace muy poquito y la probamos. En el resto del proceso hay demoras. Se está perdiendo un tiempo valioso para capacitar a muchos más docentes que ahora. Además, como no está muy claro el futuro, se corre el riesgo de que cuando los docentes sepan usar la máquina, la máquina ya haya quedado obsoleta, lista para guardar en el Museo Histórico Nacional».

Sin dudas hay gobernantes que son como una especie de Midas, pero al revés: tocan el oro y lo convierten en… un papelón.

¿Una laptop por chico o una confusión a lo grande?

Admiro y sigo con entusiasmo el trabajo de la gente de Educ.ar. He tenido algún contacto con ellos participando en presentaciones y cursos, y suelo meterme a opinar a veces.

Pero en este asunto del proyecto ‘OLPC’ (‘Una computadora por niño’, tal el significado de las siglas en nuestro idioma), tengo mis dudas y disiento con cierta perspectiva pseudo-utópica, como que todos tienen el interés puesto en la tecnología y en el proyecto pedagógico, únicamente.

Alguien dijo una vez, no recuerdo quien, ‘No soy pesimista. Soy un optimista informado’, y algo de eso me sucede con este asunto. Pero hay algunos en Educ.ar que ven operaciones de prensa detrás de las críticas.

Por lo pronto, hace un par de días se informó que el precio no es 100 dólares sino 150. Si bien en el blog oficial del proyecto se explica la cuestión de esta diferencia, el asunto sigue sin estar claro.

Educ.ar publicó fotos del aparato en cuestión, desde la caja cerrada hasta gente usandola, al mejor estilo de un padre primerizo que le saca fotos hasta al cordón umbilical. Poco serio.

¿Por qué Educ.ar no está girando por el país mostrando la máquina, informando sobre la verdadera esencia del proyecto y escuchando nuestras dudas, preguntas y comentarios?

Adrián Paenza dice en un video publicado por Educ.Ar, mientras pregunta como se dice ‘laptop’ en castellano, que apoya el proyecto siempre y cuando no aparezca nada extraño. No lo dice exactamente así pero casi. El hombre ha visto algunas manchas en la cosa pública, seguramente, y lanza el alerta.

Creo que nadie duda de la genialidad de mucha de la producción del MIT. Son innovadores, geniales y artífices de gran parte de los avances en materia de computación e informática. Ese es su arte y en eso descollan. Si quisieran fabricar computadoras con latas vacías y botellas recicladas, y lo lograran, nuestra admiración no podría más que crecer.

Pero en este caso entran a jugar otros factores: los ministerios de educación se entusiasman, los gobiernos compran el paquete, circula gran cantidad de efectivo, y ni una sola consulta con los interesados, leáse docentes, niños, técnicos, etc. etc.

Ya sé que alguien al leer esto podría decir ‘¿quién es este para opinar?’, y creo que es ese justamente el meollo de la cuestión: falta el ‘ciudadano común’. ¿Cuando se tomarán decisiones consensuadas, con intervención de, en este caso, los usuarios finales?

Un párrafo aparte para hablar de sensaciones. Adivino que a nadie le importan las mías, pero las comparto porque quizás alguien siente lo mismo: que rara sensación me produce ver las fotos ‘oficiales’ con esas caritas de chicos de piel oscura y apariencia ‘no-desarrollada’, es decir, en vías de desarrollo.

Tengo que ser franco y decir que vi cierta preocupación de parte de ciudadanos comunes en los EEUU. En los comentarios al artículo del blog mencionado antes, una señorita se queja porque no se les entregarán a los niños en ese país. Dice así: ‘What about the children in OUR country? I donated my old laptop to a hispanic family (el énfasis es mío) who’ve never had a computer.»

No, si son unos tipos bárbaros. ¿A gente como esta, con estas ideas, le vamos a confiar la tan mentada alfabetización tecnológica de nuestros chicos?

El mundo de 100 habitantes

Hay un email que está circulando desde hace algún tiempo, que Adrián Paenza analizó en su programa hace algunos domingos, y que yo estoy levantando en este momento de la revista Eureka! (un emprendimiento de estudiantes del Politecnico, muy artesanal pero interesante) para publicarlo aquí. Asi que, con su permiso, aquí voy. Dice así:

Si pudiesemos reducir la poblacion de la Tierra a una pequeña aldea de exactamente 100 habitantes, manteniendo las proporciones existentes en la actualidad, seria algo como esto:

Habria 57 asiaticos, 21 europeos, 14 personas del occidentales (tanto norte como sur) y 8 africanos.

52 serian mujeres
48 hombres

70 serian no blancos
30 serian blancos

70 no cristianos
30 cristianos

6 personas poseerian el 59% de la riqueza de toda la aldea y los 6 serian norteamericanos.

De las 100 personas, 80 vivirian en condiciones infrahumanas

70 serian incapaces de leer

50 sufririan de desnutrición

1 persona estaria a punto de morir

1 bebé estaria a punto de nacer

Solo 1 tendria educación universitaria

En esta aldea habria 1 persona con computadora

Al analizar nuestro mundo desde esta perspectiva tan comprimida es cuando se hace mas aparente la necesidad de aceptacion, entendimiento, tolerancia y educacion.

Otras cuestiones para reflexionar…

Si te has levantado esta mañana con mas salud que enfermedad, entonces eres mas afortunado que los millones de personas que no sobreviviran esta semana.

Si nunca has experimentado los peligros de la guerra, la soledad de estar encarcelado, la agonia de ser torturado o las punzadas de la inanicion, entonces estas por delante de 500 millones de personas.

Si puedes acudir a la iglesia sin temor a ser humillado, arrestado, torturado o muerto… entonces eres mas afortunado que 3.000 millones (3.000.000.000) de personas en el mundo.

Si tienes comida en la heladera, ropa en el armario, un techo sobre tu cabeza y un lugar donde dormir, eres mas rico que el 75% de la poblacion mundial.

Si guardas dinero en el banco, en tu cartera y tienes algunas monedas en el cajón… ya estas entre el 8% mas rico de este mundo.

Si tus padres aun viven y estan casados… eres una persona MUY rara.

Si puedes leer este mensaje, acabas de recibir una doble bendicion: alguien estaba pensando en ti y mas aun, eres mucho mas afortunado que los mas de 2.000.000.000 de personas en este mundo que no pueden leer.

Alguien dijo una vez:

Lo que va… vuelve
Trabaja como si no necesitases el dinero
Ama como si nunca te hubiesen herido
Baila como si nadie te estuviese viendo
Canta como si nadie te estuviese escuchando

Viendolo así, se hacen evidentes necesidades de otros, de las que tal vez no estamos muy conscientes. La humanidad está realmente en crisis.