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Noticias y actualidad - 2. página

…con ojo crítico

Leopold Aschenbrenner y el futuro de la inteligencia artificial

Leopold Aschenbrenner es un economista afiliado al Instituto de Prioridades Globales de la Universidad de Oxford, y anteriormente trabajó en la Fundación Forethought, investigando el crecimiento económico a largo plazo y el riesgo existencial. Antes de eso, Leopold se graduó como valedictorian en Columbia, donde estudió matemáticas, estadística y economía.

Recientemente sorprendió a los medios y los especialistas con la publicación de un documento titulado «Situational Awareness», en el que ofrece una visión detallada sobre el futuro cercano de la inteligencia artificial (IA), específicamente la inteligencia general artificial (AGI) y la superinteligencia.

Aschenbrenner argumenta que estamos en el umbral de avances significativos en IA que podrían transformar drásticamente la sociedad y la economía mundial. Con una perspectiva informada por años de experiencia y discusión con líderes en el campo, el autor subraya que, aunque muchas personas aún no comprenden completamente el impacto inminente de la IA, quienes  posean una «conciencia situacional» anticipan una revolución tecnológica inminente. San Francisco, un centro neurálgico de innovación tecnológica, es donde se percibe primero esta transformación, y los desarrollos en IA se están acelerando rápidamente.

El autor destaca cómo hemos pasado de modelos de IA que apenas podían identificar imágenes simples a sistemas como GPT-4, capaces de escribir código, resolver problemas matemáticos complejos y superar a la mayoría de los estudiantes de secundaria en exámenes. Este progreso no ha sido un salto aislado, sino el resultado de tendencias consistentes en el aumento de la capacidad computacional y las eficiencias algorítmicas. Aschenbrenner sugiere que, si estas tendencias continúan, para 2027 podríamos ver modelos de IA que realicen trabajos complejos como investigadores o ingenieros de IA, lo que él llama «la llegada plausible de la AGI».

La transición de AGI a superinteligencia es otro tema central del documento. Aschenbrenner predice que una vez alcanzado el nivel de inteligencia humana, la IA no se detendrá ahí. Con cientos de millones de AGIs automatizando la investigación en IA, podríamos ver una compresión de décadas de progreso algorítmico en un solo año. Esto resultaría en sistemas de IA superinteligentes con capacidades y riesgos dramáticos, generando un escenario de poder y peligro sin precedentes.

Sin embargo, este progreso viene con desafíos significativos. La carrera hacia la construcción de clústeres de computación de un trillón de dólares es uno de ellos. Aschenbrenner describe cómo la industria de la IA está movilizando recursos a una escala nunca vista, con inversiones colosales en GPU, centros de datos y producción de energía que se espera antes de que termine la década.

Además, la seguridad de AGI es crítica. En la actualidad, los principales laboratorios de IA no están suficientemente protegidos contra amenazas de actores estatales, lo que plantea un riesgo considerable. Asegurar los secretos y los pesos de AGI contra estas amenazas será un esfuerzo inmenso y actualmente no estamos en el camino correcto.

Otro desafío crucial es la «superalineación»: controlar de manera confiable sistemas de IA mucho más inteligentes que nosotros es un problema técnico aún no resuelto. Aschenbrenner señala que, aunque es un problema solucionable, podría fácilmente descontrolarse durante una rápida explosión de inteligencia, con consecuencias potencialmente catastróficas. La superinteligencia otorgará una ventaja decisiva en términos económicos y militares. Evitar la autodestrucción será un desafío primordial.

A medida que se intensifica la carrera hacia la AGI, Aschenbrenner anticipa una mayor involucración del estado en el desarrollo de la IA. Se espera que para 2027/2028, Estados Unidos desarrolle algún tipo de proyecto gubernamental de AGI, ya que ninguna startup puede manejar la superinteligencia por sí sola. Esta movilización estatal será crucial para gestionar los riesgos y las oportunidades que presentará la superinteligencia.

En sus reflexiones finales, Aschenbrenner considera las implicaciones si sus predicciones fueran correctas. Si bien reconoce la posibilidad de que estos desarrollos puedan parecer una exageración, destaca que la consistencia en las tendencias de progreso sugiere un futuro de transformación sin precedentes en la capacidad tecnológica humana.

El autor concluye que estamos al borde de una era donde la inteligencia artificial no solo cambiará la forma en que trabajamos y vivimos, sino que también redefinirá la estructura fundamental de la sociedad y la geopolítica global.


Fuentes:
-Documento original (en inglés)
-Perfil en Cypherhunter.com
-Resumen del documento en Sedic.es
Imagen:
-Unite.ai
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El CONICET, la mejor institución gubernamental de ciencia de Latinoamérica, según el Ranking Scimago 2024

El SCImago Institutions Rankings ( SIR ) publica desde 2009 su ranking internacional de instituciones de investigación a nivel mundial, el SIR World Report. El Informe Mundial SIR es obra del Grupo de Investigación SCImago, una organización de investigación con sede en España formada por miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Granada, la Universidad Carlos III de Madrid , la Universidad de Alcalá, Universidad de Extremadura y otras instituciones educativas de España.

El ranking se divide en cinco sectores: gobierno, salud, educación superior, privado y otros. Para cada uno, mide áreas tales como producción de investigación, colaboración internacional, impacto normalizado y tasa de publicación.

Según el Ranking Scimago 2024 el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina) vuelve a ser la mejor institución gubernamental de ciencia de Latinoamérica. Asimismo, el organismo se ubica en el puesto 20 entre las instituciones gubernamentales de investigación de todo el mundo. De los organismos de gobierno de América Latina dedicados a la investigación, el CONICET vuelve a ubicarse 1ro. en el ranking seguido por México, Chile y Brasil.

Asimismo, se ubica en el puesto veinte entre 1870 instituciones gubernamentales dedicadas a la investigación de todo el mundo. En tanto el Consejo se posicionó en el puesto 224 sobre las 9054 instituciones académicas y científicas analizadas de todo el mundo, habiéndose incorporado 621 organizaciones más al ranking respecto al año anterior. Este año, el CONICET también mantiene su posición como la mejor institución en ciencia del país, entre las pertenecientes a los distintos sectores, ámbitos y tipos de instituciones.

CONICET, orgullo de la ciencia argentina.


Fuentes:
-Wikipedia
-CONICET
-Perfil de Gabriel D. Noel en Linked.In
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Lecciones a aprender de la digitalización en las escuelas españolas


En el siguiente artículo del diario español La Razón, docentes, familias y expertos se plantean cómo afrontar el delicado debate de incorporación de las pantallas en las escuelas.


El primer trimestre del año toca su fin y, con él, comienzan las campañas de promoción en los centros formativos con el objetivo de cubrir las plazas vacantes y llegar al número de alumnos necesario para arrancar y planificar el próximo curso académico.

La presencia de pantallas en las aulas y en el proceso educativo es uno de los grandes puntos de interés y, además juega un papel importante en el proyecto de muchos centros educativos. Tras varios años de implantación, después de mucho esfuerzo e inversión, en los últimos meses el debate ha vuelto al origen. Padres, expertos en educación y profesores se preguntan si suponen un avance, si son un recurso más o si, por el contrario, representan un lastre para los alumnos.

La presencia de pantallas en las aulas no es algo nuevo. Desde la implantación de las primeras pizarras digitales en los primeros años de este siglo XXI y pasando por los proyectores, el proceso de digitalización de los centros educativos ha ido dando pasos adelante. El debate está servido.

Despejarlo no es el objetivo de este reportaje, si bien todo parece apuntar a que la digitalización ha venido para quedarse, pero depende de los protagonistas (centros educativos, profesores y padres) saber utilizar este recurso que, aunque tiene muy buenas aplicaciones para la docencia (organización, comunicación, etc.), aún está por probar científicamente su aportación a la educación y formación de los alumnos. Prueba de ello es que países como Suecia han paralizado los planes de digitalización para revisarlos a fondo. La solución a esta ecuación no la conoceremos a corto plazo, y todo parece indicar que habrá que esperar pacientemente para ver cómo evoluciona la cuestión.

Para conocer el momento en que nos encontramos en cuanto a la digitalización se ha consultado a diferentes actores del proceso educativo. LA RAZÓN ha hablado con expertos, asociaciones de padres y colectivos de profesores para analizar la cuestión. Catherine L’Ecuyer, doctora en Educación y Psicología, Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de la Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA), y Juan Torija, secretario general de la Federación de Enseñanza de USO de Madrid (FEUSO) (*), ofrecen una mirada desde sus respectivos puntos de vista del proceso formativo, en lo relacionado a la digitalización en la educación.

La posibilidad de dar y/o recibir clase a través de tabletas no debe ser una imposición. En ningún caso, al menos, se debe imponer por encima del método, digamos, tradicional. Si un colegio apuesta por las tabletas, parece lógico dar la opción de mantener los libros en formato físico para las familias que así lo deseen. Esto lo exige un gran número de padres y profesores, pues es parte de la libertad de elección de centro escolar presente en varias comunidades autónomas y, también, alude a la libertad de cátedra, en el caso de los profesores y docentes.

Entonces, ¿dónde está el debate? Juan Torija explica cómo los colegios, de un tiempo a esta parte, se afanan en encontrar alicientes atractivos para que nuevas familias decidan matricular a sus hijos en el centro. «Tener que competir con el colegio de al lado para llenar aulas no había ocurrido nunca, pero la crisis de natalidad que vivimos actualmente ha puesto en riesgo a muchos colegios, que han visto en la digitalización un potente reclamo. En muchos casos, se pone por delante (erróneamente) la viabilidad de una empresa antes que la coherencia con el proyecto educativo del centro».

Los colegios han querido adaptar la docencia a través de pantallas valiéndose de soportes (las tabletas) que no están concebidos para que los niños reciban clase con ellos. L’Ecuyer opina que se les da carta blanca a las empresas tecnológicas para entrar en las aulas: «Pedir a las tecnológicas que proporcionen una herramienta educativa es como pedir a una cadena de comida rápida que haga el menú de los comedores escolares».

En cuanto al profesorado, es innegable que la tecnología ayuda de manera importante al trabajo de los adultos, pero también tiene su lado menos agradable. Juan Torija comenta el nivel de extremo cansancio al que están sometidos los docentes, pues «por su fuerte componente vocacional, es muy difícil para los profesores dejar de contestar un correo electrónico, corregir exámenes o trabajos o actualizar las notas en el sistema a horas intempestivas», completamente fuera del horario laboral.

Importancia del modelo tradicional

Begoña Ladrón de Guevara defiende la presencia de dispositivos digitales en las aulas como un recurso más dentro de todas las posibilidades que existen para hacer más eficaz el proceso educativo y formativo de los alumnos. «De ninguna manera puede sustituir a la escritura o a la lectura en libros físicos», apunta la presidenta de COFAPA. L’Ecuyer defiende desde hace una década la importancia de retrasar el contacto de los niños con las pantallas lo máximo posible. «La mente aún inmadura del niño se vuelve pasiva y dependiente ante la pantalla», explica. En este caso, «sí que existen evidencias científicas que prueban los efectos en la memoria y la forma de aprender de los alumnos, y son ellos mismos los que dilucidan, llegados a cierto nivel de madurez (segundo ciclo de ESO o Bachillerato), si estudiar con una tablet es bueno o no para ellos», comenta Torija a este respecto.

Como conclusión, la falta de evidencias científicas del valor aportado por la tecnología a la educación es un gran hándicap, que debe ser oportunamente valorado por los centros antes de decidir (mejor si es en consonancia con los padres y profesores) si apostar por esta opción.

En opinión de Begoña Ladrón de Guevara, es obligación de las familias conocer el proyecto educativo del colegio y, si se llega a diferir en algún punto del mismo, confiar en los cauces de comunicación habituales para contactar con el centro. «Solo así, caminando colegios y familias juntos», comenta, «se puede llegar a un entendimiento beneficioso, para los alumnos (sobre todo)», verdaderos protagonistas del entorno y el proceso formativo y educativo.

Por ello, no se puede tomar a la tecnología como algo absoluto y excluyente. «Es incongruente hablar de libertad educativa y, después, imponer las tabletas sin ofrecer una alternativa analógica a los padres», explica Catherine L’Ecuyer.


(*) USO: Unión Sidical Obrera, el tercer sindicato en representación a nivel estatal en España.
Fuente: LaRazon.es
Imágen: EbTouch

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Facebook cumple 20 años y la falta de alfabetización digital, también

Si hablamos de la falta de alfabetización en cuestiones de seguridad y de utilización productiva y aún ética de internet, me dirá usted seguramente, lector, que el consumo desaforado, proliferación de contenidos inconvenientes y hasta ofensivos, el sensacionalismo, la estafa, las noticias falsas y otras desgracias humanas existen desde siempre. Pero es innegable que en estos tiempos se han exacerbado estas conductas hasta límites que no hubieramos imaginado en otras épocas.

Igualmente innegable es el asedio a la privacidad que se inició hace 20 años, el 4 febrero de 2004, con el nacimiento de Facebook, que inaugura la etapa de las redes sociales omnipresentes.

Algunos especialistas llaman a esto la «segunda revolución de internet», evento que se emparenta y se ve potenciado con la aparición del iPhone en junio de 2007. Se inicia así la era de los “comerciantes de la atención”, al decir de Tim Wu.

Es un hecho probado que herramientas como estas aumentaron la rapidez de las comunicaciones, facilitando la difusión y la participación en tiempo real, pero pocos se dan a la tarea de hacer las veces de editores, es decir, aquellos que verifican la veracidad, precisión y calidad de la información que circula.

En esta suerte de plaza pública que habitamos en modo digital necesitamos de normas de etiqueta, esto es, aprender códigos que prevengan la discordia, los insultos, la hostilidad y el enojo. La alfabetización que nos debemos es casi una revolución: decidirnos a ser amables. 

Desconectarse ya no parece posible. Todo en lo cotidiano gira en torno a una red o a una plataforma. Pero el reciente impacto de los chat de inteligencia artificial y los debates que se generan a partir de su masificación parecen demostrar que hay otro debate pendiente: qué es necesario, y qué es superficial y debe evitarse en la interacción con estos sistemas. Usamos internet para el trabajo pero no establecemos cuanto y cuantas horas; nos entretenemos con las platafomas de contenido pero somos capaces de sumergirnos toda una tarde en una serie policial; acumulamos en las redes contactos que nunca vamos a conocer personalmente, sin conocer sus intenciones. Y así en más.

En esta celebración de los 20 años de Facebook y de nuestra experiencia en las redes sociales -hubo otras antes, pero nunca con la trascendencia de esta-, si hay algo para celebrar, que sea nuestra decisión de renovar la atención, el cuidado al detalle, la capacidad de análisis y de uso criterioso de estas herramientas, construyendo una identidad digital de provecho para nosotros y para aquellos con quienes entramos en contacto en nuestras actividades en red.


 

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Los 10 fallos de seguridad más graves de ChatGPT, Bard, Llama y LLM Apps

Un modelo de lenguaje LLM (Large Language Model) es un tipo de modelo de inteligencia artificial (IA) que se utiliza para realizar tareas relacionadas con el procesamiento del lenguaje natural. Los LLM suelen estar entrenados con grandes cantidades de texto y pueden ser utilizados para comprender y responder a consultas escritas en un idioma determinado.

Algunos ejemplos de modelos de lenguaje LLM son los sistemas de búsqueda en internet que utiliza un LLM para comprender las consultas de los usuarios y ofrecer resultados relevantes, una aplicación de traducción automática que utiliza un LLM para traducir textos de un idioma a otro de manera rápida y precisa o un chatbot que utiliza un LLM para comprender y responder a las preguntas de los usuarios de manera autónoma, entre otros.

En el video a continuación, el hacker español Chema Alonso, miembro del Comité Ejecutivo de Telefónica y experto en ciberseguridad, explica en su participación en el II Forum Europeo de Inteligencia Artificial que no todo es oro lo que brilla en el universo IA: también hay fallos de seguridad en estos modelos, que deben ser tomados muy seriamente por su potencial gravedad.


Fuentes:
Las cosas de internet
Wikipedia

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