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Educación - 97. página

Tecnología y educación

¿Ética? ¿Lo qué? Parte III

Problema:

Llegan las computadoras de Negroponte (las de u$100 cada una) y el gobierno las reparte.

Soluciones posibles:

1. Preparamos el asador aunque el humo del plástico arruine el sabor del asado.
2. Les ponemos uno de esos chips que usan los presos, que suenan cuando la Noteponte (o Negrobook) deja la zona de asignación.
3. Las miramos con cariño y les explicamos a los chicos como son las de verdad.
4. Hacemos lo que se pueda, pensado que de todos modos al gurú informático lo alegra que los africanos las usen como fuente de luz por las noches.
5. Más que nunca, ninguna de las anteriores.

Si eligió la última, por favor díganos en que está pensado antes que muramos de envidia porque a ud. se le ocurrió algo.

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¿Ética? ¿Lo qué? Parte II

Problema:

El gobierno o alguien más dona computadoras a una escuela pública, en un barrio de los considerados «de riesgo».

Soluciónes posibles:

1. La directora (o director) se las lleva a su casa para prevenir robos.
2. La directora o director, por la misma razón, las guarda pero en la escuela y con 25 candados.
3. Se establecen estrategias con toda la comunidad educativa y las autoridades para mantener la seguridad sin quitarle a los chicos la oportunidad de aprender.
4. Se cierra la escuela, renuncian todos y se pone en su lugar una plaza con un monumento a Sarmiento.
5. Ninguna de las anteriores.

A mi no me pregunten. Yo ese día falté.

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¿Ética? ¿Lo qué?

La conocida frase de Dickson, ‘Los problemas sociales asociados a la tecnología provienen de la utilización que de ella se hace y no de la propia naturaleza de la tecnología’, tiene aplicaciones de la más variada gama. Ejemplos:

Problema:

Queremos ver un DVD en clase pero no tenemos reproductor de DVD.

Soluciones posibles:

1. Consiguir el mismo material en VHS porque la escuela sí tiene reproductora de video.
2. Comprar el DVD para la biblioteca de la escuela.
3. Copiar el DVD en el boliche de la esquina o en la casa del primito de Fulanito que tiene una PC que está buenísima.
4. Buscar la misma información en otro soporte que sí podamos manejar.

La solución que seleccionemos probablemente revele nuestra postura con respecto a la tecnología en el aula.

Pero para complicarla un poco más, podríamos decir que el contenido del DVD trata sobre «Ética». ¿Que harías?

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La tecnología y la nueva ley: ¿Una 'confusión' orquestada?

En coincidencia con mi post ¿De qué hablamos cuando hablamos de ‘Nuevas Tecnologías’?, encontré en el blog del Lic. Doval, que hacía bastante que no visitaba, varios post sobre la situación de nuestro espacio curricular en la nueva ley de educación.

En una síntesis de la cuestión, digamos que la Educación Tecnológica como tal desaparece en las tinieblas de la desinformación creada por los gurúes de las llamadas «Nuevas Tecnologías», un nuevo y engañoso nombre para lo que se conoce como tecnología informática, y que constituye una noción parcializada del alcance de nuestra materia.

No voy a abundar en el análisis porque prefiero dejarlo en manos de expertos como Luis Doval, por lo que recomiendo la lectura atenta de sus post en el blog -mientras dure, porque se lo nota cansado.

Estas líneas solamente pretenden ser un llamado de alerta a todos los colegas para reflexionar juntos y alzar la voz de atención, si es que coincidimos en el análisis.

Por lo pronto, y a modo de «rebote», publico en mi sitio la propuesta de modificación a la ley, la que apunta a revisar con sentido común y criterio amplio y pluralista las omisiones que se observan en la ley. Estas propuestas pueden leerse aquí.

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¿De qué hablamos cuando hablamos de 'Nuevas Tecnologías'?

En una revista dominical de la ciudad se publicó un artículo interesante, sobre cómo la irrupción de las nuevas tecnologías en la vida diaria cambió nuestros hábitos.

Entre nativos e inmigrantes digitales (por cierto, una división discutible, por subjetiva y bastante antipática), comparaciones nostágicas (típicas de los que pasaron los treinta…) y opiniones de opinólogos, en el mencionado artículo se entremezclan Biblia y calefón.

Los que saben dicen que la tecnología, en una aproximación elemental, nace de necesidades, responde a demandas e implica el planteo y la solución de problemas concretos, ya sea de las personas, empresas, instituciones, o del conjunto de la sociedad. Esto incluye computadoras, celulares, chat e i-pod, por supuesto, pero no se restringe a estos artilugios, sino que se extiende a todo desarrollo o creación humana tendiente a mejorar la calidad de vida (si, ya se, no siempre funciona…)

El encandilamiento que producen estos chiches (gadgets en inglés), hace que muchas veces, parafraseando a Les Luthiers, ‘ellos se quedan con el oro y nosotros con las baratijas…’

Es indudable que el mundo ha cambiado vertiginosamente desde la invención del transistor. Basta con revisar una «Mecánica Popular» de los años ’50 para darse cuenta de que el planeta ha girado al revés de lo que los especialistas y futurólogos imaginaban en esas épocas.

Quizás esos cambios han mareado a todo el mundo, por eso se termina confundiendo las llamadas «nuevas tecnologías» con «el planteo y la solución de problemas concretos» que viene brindando la tecnología desde que alguien dejó de hacer las cosas con las manos para usar una herramienta.

Deberíamos llamar a las cosas por su nombre, y sobre todo recordar cuando escribimos que, al decir de D. Dickson, «los problemas sociales asociados a la tecnología provienen de la utilización que de ella se hace y no de la propia naturaleza de la tecnología». Sea antigua o moderna, electrónica o a vapor.

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