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Ciudadanía digital, privacidad y seguridad - 61. página

Campaña “Reinventando el olvido en internet”

Más sobre internet en la escuela

Muy interesante la nota publicada en Educ.ar sobre algunos aspectos negativos implicados en la prevención de los «riesgos de internet».

Personalmente adhiero a todos los conceptos vertidos allì, aunque no coincida con eso de «matar al mensajero», culpando al redactor del periódico por su nota, imbuída del error general que sobrevuela la cuestión internet. Si los expertos no alzan la voz y no participan de la discusión, alguien va a tomar su lugar. Hace falta hacer docencia. Mucha.

Sin embargo, y a pesar del caracter meramente comercial que se le da a las campañas de las empresas, también adhiero a ellas, no por ser yo ignorante del negocio fenomenal que representan los softwares de seguridad, sino porque también sirven para alertar sobre los riesgos ciertos.

Lo importante es que toda la discusión no empañe la revolución fenomenal que representa internet para la comunicación entre las personas. Estas mismas líneas, ¿serían posibles sin internet? No creo. En todo caso, estarían restringidas a un grupo limitado de lectores cercanos. En cambio ahora están publicadas a la vista de todo el mundo, y sin restricciones ni censura. Lo que escriba estará condicionado sólo por mi capacidad de expresar el mensaje.

¿Qué otro medio permite esto? Ninguno. No al menos con este alcance. Esto es parte de la naturaleza misma del medio. Sin restricciones, sin controles y sin dueños.

Ahora bien, el control de lo que se ve y se lee por internet se trasfiere de este modo al lector/observador. Qué ver, qué leer, qué escuchar, es prerrogativa y privilegio del receptor. En el mejor de los casos, tanto el emisor/generador de contenidos como el receptor deber ser educados para el intercambio, la lectura, la crítica, la ponderación, el análisis, el desenmascaramiento llegado el caso.

Que oportunidad se presenta ante el educador, de preparar individuos capaces de comunicarse, de emitir y recibir críticamente información para su provecho y el de los demás.

Las conductas extraviadas que se observan en internet son nada más que el reflejo de las diferentes conductas de los seres humanos. Decíamos alguna vez que el que delinque usando internet es un delincuente, esto es independiente del medio que use.

Protejamos a nuestros chicos enseñándoles lo bueno, y no sólo hablando de todo lo malo. En el aula hay mucho para proponer, desafiar, aprovechar creativamente. Si requerirá en todo caso una disposición al trabajo creativo que permita la aplicación de las buenas ideas que surgen del aprendizaje eficaz.

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Internet en la escuela

Al pensar la incorporación de Internet -y de las nuevas tecnologías en general- en el aula, surgen preguntas que suelen ser más o menos las mismas para todos los involucrados. Digo todos, porque estas preguntas ya exceden el marco de la informática, dado que la mayoría de los docentes podrían utilizar esta herramienta para sus diferentes espacios curriculares, y porque los directivos, responsables y especialistas también deberían tomar parte en la discusión.

Por ejemplo, en cuanto a Internet, ¿cuál debería ser el rol del docente para asegurar un buen uso de esa herramienta en el escuela?

En Internet hay de todo y para todos los gustos, por supuesto también aquellas cosas que no deseamos que los niños y jóvenes vean. ¿Cómo podríamos ejercer un sano control de un medio que por naturaleza no tiene controles?

Si pensamos que la prohibición «porque sí» no debería siquiera considerarse, ¿Cómo evitar que se acceda a información sin sentido o provecho?

Convengamos en que Internet no es una herramienta fácil de usar. Coincido completamente con la Sra. Sarlo cuando dice que se debe ser un muy buen lector (del libro físico, valga la aclaración) como para sacar algo en limpio de la maraña de información que hay en la red.

Como informático podría agregar entonces, que el acto mecánico de «copiar/pegar» no tiene ningún valor si no hay un análisis crítico para hacer una correcta selección del material encontrado. Pero, ¿cuando no hay que ser crítico? ¿Leyendo o viendo qué, hay que dejar la consideración, el análisis, la evaluación?

Pensamos que, en Tecnología, la herramienta más importante que debemos aprender a usar es el cerebro. Me gusta pensar que enseño a pensar, a reflexionar, a evaluar, a decidir bajo premisas o consignas claras, coherentes y conforme a nuestros derechos.

Todo esto viene a cuento de que Internet no es más ni menos, mejor ni peor que otras cosas que los docentes les enseñamos a usar (como docentes y como adultos), no sólo con el conocimiento que hemos adquirido, sino también con el bagaje de experiencias acumuladas como adultos.

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Internet, seguridad y sociedad

En una muy interesante serie de artículos publicados por el diario Clarín, de Buenos Aires, se trata extensamente el tema de la seguridad informática; los delitos que se cometen y cómo proteger la privacidad.

En nuestro sitio Tecnología para Todos, en la sección «Guía de navegantes» los hemos condensado y reproducido en un par de artículos («La nueva trampa de internet» y «Delitos informáticos») para provecho de nuestros visitantes. Recomendamos leerlo para estar al tanto del tema y no «caer en la trampa» estando desprevenidos. Hemos publicado también, en la misma sección, otros artículos con recomendaciones y sugerencias al respecto.

Estos artículos además disparan una serie de pensamientos y conceptos, que para quienes trabajamos en el mundo de la tecnología e internet no son ideas menores.

Internet no es sino el reflejo mismo de lo que las personas pueden hacer. Fué creada y es usada por personas, y tiene las mismas grandezas y miserias que experimenta cualquier comunidad. Sin embargo, quienes se aventuraron a ver «un mundo nuevo y diferente» a partir de la masificación de internet son quizás los más defraudados en esto, porque se equivocaron.

Lo que sucede en internet es el calco de lo que sucede en la calle: inseguridad, delito, etc., pero tiene el agravante del anonimato y la anarquía. No estamos propugnando la eliminación de las libertades individuales; nada más alejado de nuestros ideales, pero es evidente que el hombre pequeño no sabe que hacer con sus libertades.

Por otro lado, jamás en la historia de la humanidad hubo tanta información disponible tan abierta y libremente: se pueden ver y leer cosas que de otro modo serían de muy difícil o imposible acceso, con una riqueza excepcional. Pero. Siempre hay un pero. En una estadística muy «casera» podría decirse que esto representaría un muy bajo porcentaje del total. ¿Cuanto? ¿Un cinco, diez por ciento? Tal vez sea mucho. El resto es basura: virus, estafas, pornografía, mentiras, y varios etcéteras más.

Pero no por eso debemos confundir el medio con el fin: internet es una herramienta fantástica, única. Con los recaudos de seguridad apropiados, por molestos que sean, se puede sacar un provecho importante de su uso. Por otro lado, no es la única herramienta: no nos olvidemos de la importancia de una buena biblioteca u otros materiales de lectura, que pueden complementar y aun verificar, la información obtenida en la red.

Y habrá que terminar de entender que el ser humano es asi. Ha buscado, luchado, guerreado por la libertad. Pero no siempre sabe que hacer cuando la logra. Es una cuestión, entre otras cosas, de educarse para la libertad.

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