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Todas las entradas de: Enrique Quagliano - 3. página

La birome, creación de un periodista inventor mientras miraba a unos niños jugar a la pelota

(Crédito imagen: Infobae)

Ladislao José Biro (1899-1985) fue un inventor húngaro-argentino que patentó a inicios de los años ’30 del Siglo XX el primer bolígrafo moderno que tuvo éxito comercial. Si bien hubo un desarrollo previo de un bolígrafo a finales del año 1888, su inventor John J. Loud no obtuvo el éxito comercial esperado y finalmente la patente caducó.

En 1940 un grupo inversor húngaro e inglés le propuso a Biro fabricar su invento en la Argentina. El inventor viajó entonces a Buenos Aires, alcanzando finalmente el éxito en 1944, cuando el producto fue lanzado al mercado por la Compañía Sudamericana Biró-Meyne, nombre surgido de su sociedad con su amigo Juan Jorge Meyne.

Pero la historia de esta invención que transformó nuestro modo de registrar el mundo a traves de la escritura, comienza algunos años antes con el fastidio de Biro, cuyo trabajo le obligaba a escribir mucho, por el excesivo tiempo que demoraba la tinta de su pluma fuente en secarse.

Atento a todo lo que lo rodeaba, este autodidacta que nunca quiso hacer la carrera de Ingeniería porque, según afirmaba, «una vez que explican algo es más difícil pensarlo de otra forma», notó que la tinta usada en la imprenta se secaba rápido. Comenzó entonces a experimentar con ella en su pluma fuente, pero lógicamente, al ser mucho más densa provocaba que el trazo se atascara.

Aquí es donde comienza la leyenda de Biro. Cierto día, el inventor se encontraba sumergido en sus pensamientos sentado en el banco de una plaza, y unos niños que jugaban a la pelota cerca suyo llamaron su atención. Observó entonces que cuando la pelota rodaba hacia un charco, al salir de él cargada de agua dejaba una huella líquida en el suelo.

(Crédito imagen: Infobae)

Muchos hemos visto cientos, miles de veces ese efecto si darle mayor importancia, pero para este inventor en permanente búsqueda de soluciones no pasó desapercibido. Biro, que previamente imaginaba un rodillo en miniatura como el de las imprentas como solución a su problema, cayó en la cuenta de que la mejor forma de diseñar su pluma era con una punta esférica que se cargara sola de tinta al rodar.

Una vez instalado en Argentina, perfeccionó su invención y tras la II Guerra Mundial obtuvo éxito. Su concepto de «punta de bola», aunque perfectible, revolucionó el mundo.

Si bien Biro es reconocido principalmente por este invento, también creó el primer lavarropas automático, la caja de cambios automática -que la General Motors compró no para fabricar sino para que no le hiciera competencia-, y más de 300 otras patentes a nivel mundial.


Fuentes:
Entrada de Wikipedia sobre Ladislao Biro
La increíble vida de Ladislao Biró, en el recuerdo de su hija: cómo inventó la birome y vino a la Argentina para convertirla en un éxito
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El CONICET, la mejor institución gubernamental de ciencia de Latinoamérica, según el Ranking Scimago 2024

El SCImago Institutions Rankings ( SIR ) publica desde 2009 su ranking internacional de instituciones de investigación a nivel mundial, el SIR World Report. El Informe Mundial SIR es obra del Grupo de Investigación SCImago, una organización de investigación con sede en España formada por miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Granada, la Universidad Carlos III de Madrid , la Universidad de Alcalá, Universidad de Extremadura y otras instituciones educativas de España.

El ranking se divide en cinco sectores: gobierno, salud, educación superior, privado y otros. Para cada uno, mide áreas tales como producción de investigación, colaboración internacional, impacto normalizado y tasa de publicación.

Según el Ranking Scimago 2024 el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina) vuelve a ser la mejor institución gubernamental de ciencia de Latinoamérica. Asimismo, el organismo se ubica en el puesto 20 entre las instituciones gubernamentales de investigación de todo el mundo. De los organismos de gobierno de América Latina dedicados a la investigación, el CONICET vuelve a ubicarse 1ro. en el ranking seguido por México, Chile y Brasil.

Asimismo, se ubica en el puesto veinte entre 1870 instituciones gubernamentales dedicadas a la investigación de todo el mundo. En tanto el Consejo se posicionó en el puesto 224 sobre las 9054 instituciones académicas y científicas analizadas de todo el mundo, habiéndose incorporado 621 organizaciones más al ranking respecto al año anterior. Este año, el CONICET también mantiene su posición como la mejor institución en ciencia del país, entre las pertenecientes a los distintos sectores, ámbitos y tipos de instituciones.

CONICET, orgullo de la ciencia argentina.


Fuentes:
-Wikipedia
-CONICET
-Perfil de Gabriel D. Noel en Linked.In
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Lecciones a aprender de la digitalización en las escuelas españolas


En el siguiente artículo del diario español La Razón, docentes, familias y expertos se plantean cómo afrontar el delicado debate de incorporación de las pantallas en las escuelas.


El primer trimestre del año toca su fin y, con él, comienzan las campañas de promoción en los centros formativos con el objetivo de cubrir las plazas vacantes y llegar al número de alumnos necesario para arrancar y planificar el próximo curso académico.

La presencia de pantallas en las aulas y en el proceso educativo es uno de los grandes puntos de interés y, además juega un papel importante en el proyecto de muchos centros educativos. Tras varios años de implantación, después de mucho esfuerzo e inversión, en los últimos meses el debate ha vuelto al origen. Padres, expertos en educación y profesores se preguntan si suponen un avance, si son un recurso más o si, por el contrario, representan un lastre para los alumnos.

La presencia de pantallas en las aulas no es algo nuevo. Desde la implantación de las primeras pizarras digitales en los primeros años de este siglo XXI y pasando por los proyectores, el proceso de digitalización de los centros educativos ha ido dando pasos adelante. El debate está servido.

Despejarlo no es el objetivo de este reportaje, si bien todo parece apuntar a que la digitalización ha venido para quedarse, pero depende de los protagonistas (centros educativos, profesores y padres) saber utilizar este recurso que, aunque tiene muy buenas aplicaciones para la docencia (organización, comunicación, etc.), aún está por probar científicamente su aportación a la educación y formación de los alumnos. Prueba de ello es que países como Suecia han paralizado los planes de digitalización para revisarlos a fondo. La solución a esta ecuación no la conoceremos a corto plazo, y todo parece indicar que habrá que esperar pacientemente para ver cómo evoluciona la cuestión.

Para conocer el momento en que nos encontramos en cuanto a la digitalización se ha consultado a diferentes actores del proceso educativo. LA RAZÓN ha hablado con expertos, asociaciones de padres y colectivos de profesores para analizar la cuestión. Catherine L’Ecuyer, doctora en Educación y Psicología, Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de la Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA), y Juan Torija, secretario general de la Federación de Enseñanza de USO de Madrid (FEUSO) (*), ofrecen una mirada desde sus respectivos puntos de vista del proceso formativo, en lo relacionado a la digitalización en la educación.

La posibilidad de dar y/o recibir clase a través de tabletas no debe ser una imposición. En ningún caso, al menos, se debe imponer por encima del método, digamos, tradicional. Si un colegio apuesta por las tabletas, parece lógico dar la opción de mantener los libros en formato físico para las familias que así lo deseen. Esto lo exige un gran número de padres y profesores, pues es parte de la libertad de elección de centro escolar presente en varias comunidades autónomas y, también, alude a la libertad de cátedra, en el caso de los profesores y docentes.

Entonces, ¿dónde está el debate? Juan Torija explica cómo los colegios, de un tiempo a esta parte, se afanan en encontrar alicientes atractivos para que nuevas familias decidan matricular a sus hijos en el centro. «Tener que competir con el colegio de al lado para llenar aulas no había ocurrido nunca, pero la crisis de natalidad que vivimos actualmente ha puesto en riesgo a muchos colegios, que han visto en la digitalización un potente reclamo. En muchos casos, se pone por delante (erróneamente) la viabilidad de una empresa antes que la coherencia con el proyecto educativo del centro».

Los colegios han querido adaptar la docencia a través de pantallas valiéndose de soportes (las tabletas) que no están concebidos para que los niños reciban clase con ellos. L’Ecuyer opina que se les da carta blanca a las empresas tecnológicas para entrar en las aulas: «Pedir a las tecnológicas que proporcionen una herramienta educativa es como pedir a una cadena de comida rápida que haga el menú de los comedores escolares».

En cuanto al profesorado, es innegable que la tecnología ayuda de manera importante al trabajo de los adultos, pero también tiene su lado menos agradable. Juan Torija comenta el nivel de extremo cansancio al que están sometidos los docentes, pues «por su fuerte componente vocacional, es muy difícil para los profesores dejar de contestar un correo electrónico, corregir exámenes o trabajos o actualizar las notas en el sistema a horas intempestivas», completamente fuera del horario laboral.

Importancia del modelo tradicional

Begoña Ladrón de Guevara defiende la presencia de dispositivos digitales en las aulas como un recurso más dentro de todas las posibilidades que existen para hacer más eficaz el proceso educativo y formativo de los alumnos. «De ninguna manera puede sustituir a la escritura o a la lectura en libros físicos», apunta la presidenta de COFAPA. L’Ecuyer defiende desde hace una década la importancia de retrasar el contacto de los niños con las pantallas lo máximo posible. «La mente aún inmadura del niño se vuelve pasiva y dependiente ante la pantalla», explica. En este caso, «sí que existen evidencias científicas que prueban los efectos en la memoria y la forma de aprender de los alumnos, y son ellos mismos los que dilucidan, llegados a cierto nivel de madurez (segundo ciclo de ESO o Bachillerato), si estudiar con una tablet es bueno o no para ellos», comenta Torija a este respecto.

Como conclusión, la falta de evidencias científicas del valor aportado por la tecnología a la educación es un gran hándicap, que debe ser oportunamente valorado por los centros antes de decidir (mejor si es en consonancia con los padres y profesores) si apostar por esta opción.

En opinión de Begoña Ladrón de Guevara, es obligación de las familias conocer el proyecto educativo del colegio y, si se llega a diferir en algún punto del mismo, confiar en los cauces de comunicación habituales para contactar con el centro. «Solo así, caminando colegios y familias juntos», comenta, «se puede llegar a un entendimiento beneficioso, para los alumnos (sobre todo)», verdaderos protagonistas del entorno y el proceso formativo y educativo.

Por ello, no se puede tomar a la tecnología como algo absoluto y excluyente. «Es incongruente hablar de libertad educativa y, después, imponer las tabletas sin ofrecer una alternativa analógica a los padres», explica Catherine L’Ecuyer.


(*) USO: Unión Sidical Obrera, el tercer sindicato en representación a nivel estatal en España.
Fuente: LaRazon.es
Imágen: EbTouch

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Nuestro proyecto (trunco) de programa de radio

El programa de radio «Apuntes e ideas sueltas sobre tecnologías y otros asuntos», una extensión de nuestro blog, fue un proyecto trunco. Se trató de un programa sobre tecnología que tenía fecha de inicio el 1 de abril de 2016 por Radio Nacional Rosario, pero que las autoridades de la época impidieron salir al aire, junto con una cantidad de otros programas que corrieron la misma suerte.

Por tratarse de un programa piloto para presentar en ARGENTORES antes de su salida, esta grabación de marzo de 2016 carece de algunos detalles artísticos, como la locución de la radio. Una vez cumplimentados todos los trámites de registro y demás, el siguiente paso sería la creación de toda la artística, pero la realidad política del momento no lo permitió.

Sometemos este trabajo al juicio de nuestros oyentes, con la expectativa aún fresca de poder finalmente hacer realidad este proyecto de radio.

En esta emisión «piloto», una lectura de «El abismo se repuebla» de Jaime Sempun, y una entrevista al Ing. Luis Campos, presidente de C.A.M.A.C. Centro Argentino de Medios Alternativos de Comunicación. Y mucha buena música.

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Facebook cumple 20 años y la falta de alfabetización digital, también

Si hablamos de la falta de alfabetización en cuestiones de seguridad y de utilización productiva y aún ética de internet, me dirá usted seguramente, lector, que el consumo desaforado, proliferación de contenidos inconvenientes y hasta ofensivos, el sensacionalismo, la estafa, las noticias falsas y otras desgracias humanas existen desde siempre. Pero es innegable que en estos tiempos se han exacerbado estas conductas hasta límites que no hubieramos imaginado en otras épocas.

Igualmente innegable es el asedio a la privacidad que se inició hace 20 años, el 4 febrero de 2004, con el nacimiento de Facebook, que inaugura la etapa de las redes sociales omnipresentes.

Algunos especialistas llaman a esto la «segunda revolución de internet», evento que se emparenta y se ve potenciado con la aparición del iPhone en junio de 2007. Se inicia así la era de los “comerciantes de la atención”, al decir de Tim Wu.

Es un hecho probado que herramientas como estas aumentaron la rapidez de las comunicaciones, facilitando la difusión y la participación en tiempo real, pero pocos se dan a la tarea de hacer las veces de editores, es decir, aquellos que verifican la veracidad, precisión y calidad de la información que circula.

En esta suerte de plaza pública que habitamos en modo digital necesitamos de normas de etiqueta, esto es, aprender códigos que prevengan la discordia, los insultos, la hostilidad y el enojo. La alfabetización que nos debemos es casi una revolución: decidirnos a ser amables. 

Desconectarse ya no parece posible. Todo en lo cotidiano gira en torno a una red o a una plataforma. Pero el reciente impacto de los chat de inteligencia artificial y los debates que se generan a partir de su masificación parecen demostrar que hay otro debate pendiente: qué es necesario, y qué es superficial y debe evitarse en la interacción con estos sistemas. Usamos internet para el trabajo pero no establecemos cuanto y cuantas horas; nos entretenemos con las platafomas de contenido pero somos capaces de sumergirnos toda una tarde en una serie policial; acumulamos en las redes contactos que nunca vamos a conocer personalmente, sin conocer sus intenciones. Y así en más.

En esta celebración de los 20 años de Facebook y de nuestra experiencia en las redes sociales -hubo otras antes, pero nunca con la trascendencia de esta-, si hay algo para celebrar, que sea nuestra decisión de renovar la atención, el cuidado al detalle, la capacidad de análisis y de uso criterioso de estas herramientas, construyendo una identidad digital de provecho para nosotros y para aquellos con quienes entramos en contacto en nuestras actividades en red.


 

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