El artículo publicado en la edición de hoy de La Nación, titulado Pizarrones contra celulares, una batalla absurda, renueva el desafío e impulsa a un debate que venimos proponiendo desde hace tiempo en este espacio: qué sucede con los chicos y el celular en la escuela.
Hemos planteado en reiteradas ocasiones la necesidad de resolver las contradicciones y de establecer acuerdos en cuanto al uso de las nuevas tecnologías en el aula. La resistencia del sistema fue vencida: ya se metieron de prepo en lo cotidiano y, sin dudarlo, en la escuela. Porque claro, que es la escuela sino el reflejo de la vida como un todo. No solo de lo que pasa entre sus paredes.
El artículo completo, para el que pudimos hacer nuestro aporte -¡gracias una vez más, Fernanda!-, se puede leer haciendo clic aquí.
Otras referencias en este blog al tema en cuestión:
– La diferencia conceptual entre un alumno escolarizado y el alfabetizado
– Usar la tecnología como extensión de las capacidades cognitivas
– Una aproximación al pensamiento de la autora de «Una mirada al mundo de los chicos y las pantallas», Roxana Morduchowicz
– Las tecnologías en la escuela necesitan de contenidos, no de modas