Al inicio del siglo XX, pocas enfermedades daban más miedo a los padres de familia que la poliomielitis. La polio atacaba en los meses cálidos de verano, y cada cierto tiempo, las epidemias arrasaban las ciudades. Aunque la mayoría de las personas se recuperaba rápidamente de la polio, algunas sufrían parálisis temporal o permanente, e incluso morían. Muchos sobrevivientes de la polio quedaban discapacitados de por vida, y eran un recordatorio, visible y doloroso para la sociedad, de las grandes cantidades de vidas jóvenes que cobraba la enfermedad. (…) Gracias a la vacunación generalizada, la polio quedó eliminada del hemisferio occidental en 1994. En la actualidad es una enfermedad aun presente en unos cuantos países, con contagios ocasionales a los países vecinos (en 2016, los países endémicos son Afganistán y Paquistán), pero se realizan programas intensos de vacunación para eliminar estos últimos puntos. Todavía se recomienda la vacunación contra la polio en todo el mundo, debido al riesgo de los casos importados.
The History of Vaccines, The College of Physicians of Philadelphia