El formato MP3, que revolucionó el mundo de la música y despertó las iras de los puristas, y por cierto inauguró un modo de escuchar y compartir música, es ahora verdaderamente libre.
Esta tecnología estuvo sujeta a patentes, defendidas por Technicolor, que expiraron el pasado 16 de abril de 2017.
Los responsables de Fraunhofer IIS, la organización de investigación alemana que comenzó la investigación de codificación de audio en la Universidad de Erlangen-Núremberg en 1981, explicaron que «el 23 de abril de 2017, el programa de licencias de mp3 de Technicolor para ciertas patentes y software de Technicolor y Fraunhofer IIS relacionados con el mp3 ha expirado». Se estima que gracias a esas patentes la Fraunhofer Society logró ingresos por 100 millones de euros en 2005.
La buena nueva es que, con la finalización de la validez de las patentes, este formato de compresión digital con pérdida podrá usarse sin restricciones en todo tipo de escenarios.
El auge del formato y sus deficiencias hicieron de hecho que otros muchos trataran de desarrollar alternativas, como los formatos AAC, FFMpeg o Vorbis, pero el MP3 no solo no ha perdido fuerza: es muy probable que el fin de las patentes traiga aparejado un apoyo más decidido y marcado a su uso.