La profesora Laura Suarez lo cuenta así en su perfil en Facebook: «Julieta es alumna de 7mo. grado, y esta semana escribió para la columna ‘Yo opino’ del diario La Capital de Rosario sobre #informática, ‘Las cosas buenas de la clase de informática’. Palabras de niños sin editar. Gracias Marcela Isaías que es la que siempre me da el espacio en el diario para dejar un granito de arena o mejor dicho, 1 bit, para que se hable del tema.»
Ya hemos hablado en nuestro blog sobre el sentido de frases como la de Laura, «para que se hable del tema». ¿Cuál es «el tema»?
Esta chiquita pasa a la secundaria santafesina en breve. Le gusta lo que aprende en la materia. Ojalá tenga suerte y sus padres sepan elegir, porque la Informática no es materia en la provincia de Santa Fe, y si no eligen una escuela en la que el docente de Educación Tecnológica sea informático o esté convenientemente capacitado en el uso de la herramienta tic, recorrerá toda la educación secundaria sin tocar una computadora. Maravillas de un mundo al revés que ni siquiera María Elena Walsh imaginó, porque la realidad santafesina supera toda imaginación.
Yo doy clases en dos escuelas en las que la presencia de la Informática es relevante, aún con limitaciones en cuanto a recursos. Sin embargo, creo que en mayor o menor grado en muchas escuelas la miopía está, teniendo en cuenta que algunas decisiones se toman por presión de la propia comunidad -padres reclamando, por ejemplo- y no por consideraciones que hagan a una mejor preparación de los niños y adolescentes para un mundo que se encamina desde hace mucho a ser uno totalmente digitalizado.
Tal vez suene pesimista, pero somos pocos los que entendemos el sentido y objetivos de la presencia de una materia como Informática, y la mayoría somos docentes, con poca o limitada injerencia en las decisiones. Tal vez veamos un verdadero cambio cuando otra generación empiece a gestionar la educación.
Ésta parece ser, me temo, muy, demasiado, burócrata.
[Fuente: Diario La Capital de Rosario (edición impresa del 7-5-2016), gentileza de la Prof. Laura Suarez]