Las nuevas tecnologías deben ser usadas críticamente, con un criterio pedagógico. Es decir, tienen que pensarse como movilizadoras del aprendizaje del otro. Si yo voy a usar esas tecnologías como antes usaba la tiza y el pizarrón, entonces no tiene mucho sentido. Lo que a mí me parece interesante de esto es que aquellos que tengan ganas de usarla y que puedan hacerlo, perciban que es un entorno más que un recurso o una herramienta y entonces, avancen. Y a todos los otros docentes que actualmente no las están utilizando, podemos acompañarlos en el descubrimiento de este entorno, pero no podemos obligarlos porque sino estamos reproduciendo algo que las propias tecnologías como concepto de entorno, no quisieran. La tecnología es un espacio de apertura, no de reproducción. Al principio yo tenía una posición totalmente optimista y pensaba que todo el mundo debía utilizar las nuevas tecnologías en el aula… después de este trabajo, cambió.
[Miriam Kap, autora de «Conmovidos por las tecnologías»]