Pero Epícteto renunciaba a demasiadas cosas, y yo no había tardado en darme cuenta de que nada era tan peligrosamente fácil como renunciar.
Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano, citado en Andamiada

Pero Epícteto renunciaba a demasiadas cosas, y yo no había tardado en darme cuenta de que nada era tan peligrosamente fácil como renunciar.
Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano, citado en Andamiada