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La discusión de nunca acabar: celulares y cáncer

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud ha clasificado los campos de radiofrecuencia electromagnética emitidos por los teléfonos móviles como “posiblemente cancerígenos” para los humanos. Estas radiaciones están asociadas con el uso de teléfono móvil y podrían aumentar el riesgo de sufrir glioma, un tipo de tumor cerebral.

Según Jonathan Samet, presidente del grupo de trabajo de la mencionada agencia, “el riesgo podría existir y, por lo tanto, debemos mantener una estrecha vigilancia para estudiar si existe un vínculo entre los teléfonos móviles y el riesgo de sufrir cáncer”.

El anuncio llega tras la reunión de 31 científicos de 14 países en Lyon (Francia), donde han evaluado el potencial cancerígeno de estas radiofrecuencias. Los resultados definitivos serán publicados en una monografía y, el 1 de julio, en la revista The Lancet Oncology. Aunque el grupo de trabajo no cuantifica este riesgo, remite a un estudio de 2004 donde se mostraba un incremento del 40% de sufrir gliomas en personas que utilizaban el móvil una media de 30 minutos al día durante 10 años.

“Es importante que se realice una investigación adicional a largo plazo sobre el uso continuado de los teléfonos móviles debido a las posibles consecuencias potenciales para la salud pública de estos hallazgos”, indica Christopher Wild, director del IARC. El experto recomienda medidas prácticas para reducir la exposición como los dispositivos de manos libres o los mensajes de texto.

La monografía del IARC ha estudiado 900 agentes ambientales y de ellos, 400 han sido considerados como cancerígenos o potencialmente cancerígenos. Las radiaciones de los teléfonos móviles se encuadran en el Grupo 2B: existen pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos y menos que las suficientes en animales.

El Grupo 2B de la lista de carcinogenos

Cuando la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) evalúa compuestos o factores físicos basándose en pruebas científicas existentes sobre la posibilidad de que genere cáncer lo puede clasificar en cuatro grupos. Uno de ellos, el grupo 2B, implica que es «posiblemente carcinógeno para el ser humano». Es decir, hay algunas pruebas de que puede causar cáncer a los humanos pero de momento están lejos de ser concluyentes.

En este grupo, además de la reciente inclusión de teléfonos móviles, figuran el plomo, el pesticida DDT, trabajar en una imprenta, el café, la gasolina y el diesel, trabajar haciendo limpieza en seco en una tintorería, el uso de polvos de talco, el bromuro de potasio (usado en el siglo XIX como anticonvulsivo y ahora prohibido), la profesión de bombero, fármacos como el Oxazepam (una benzodiacepina), la naftalina que empleamos para combatir las polillas, trabajar en una carpintería y algunos virus del papiloma.

Por caso, y como una muestra de que la discusión al respecto de esta cuestión está lejos de cerrarse, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad de España han pedido “precaución” con esta información, según informa la agencia SINC.

Fuente: Muy Interesante

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Un comentario en “La discusión de nunca acabar: celulares y cáncer

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