Así lo cuentan los muchachos de Microsiervos, insinuando la sospecha de que «por donde pasa Microsoft no vuelve a crecer la hierba»:
La imagen de la izquierda es la famosa pantalla de Windows XP, una foto original de una colina del valle de Sonoma, California, tomada por Charles O’Rear, a quién Microsoft le compró los derechos con la idea de dar una impresión «verde».
La de la derecha es de ese mismo lugar años después, tomada por Goldin & Senneby hace un par de años y exhibida como arte en una exposición.