Como anticipáramos días atrás, anoche se llevó a cabo la presentación del Nodo Rosario de la Revista Campo Grupal, en Librerías Ross. El Proyecto de extensión Campo Grupal Rosario se propone difundir en la ciudad las publicaciones Campo Grupal y Cuadernos de Campo y a su vez promover una corriente de producción local de contenidos que pueda enriquecerlas.
En consonancia con el 10mo. aniversario de la revista el anfitrión de la ocasión, Daniel Krichman, presentó a modo de apertura un video mostrando diferentes números de la revista y su paralelo con los momentos históricos de cada publicación. Sin palabras; no fueron necesarias.
Luego intervino un panel formado, entre otros, por Román Mazilli -director de la Revista- y Claudia Perlo -investigadora del Conicet/Irice-. Daniel los convocó a responder a la pregunta «¿Qué es lo que estamos haciendo?», para contar los proyectos, ideas y expectativas en sus respectivas áreas de trabajo.
A partir de ciertas palabras que actuaron como disparadores -diálogo, territorio, trama, red, eclecticismo-, se fue delineando un fluir de significados a partir de la etimología de la palabra diálogo, traida a colación muy oportunamente por Perlo y convirtiéndose en lo que tal vez fue el eje del encuentro.
Claudia Perlo se refirió además al acto de aprender y también a la falta de diálogo como impedimento de la consolidación de la interacción. Habló del dolor y la curiosidad como subjetividades que conforman ciertos entramados sociales, dejando una puerta abierta a pensar que deberían aparecer otras motivaciones u objetivos, sobre lo cual conversamos brevemente al finalizar el encuentro.
A su turno, Román invitó a «inventar actitudes» sobre la base de la premisa que destacó como origen de la revista: «querer algo es inventarlo». En la ausencia de espacios se inventó un espacio para pensar: Campo Grupal, un territorio en el que lo dicho no se sostiene por títulos o cargos sino por el peso de las palabras.
Muy interesantes también los aportes de los demás panelistas, que se refirieron a los proyectos relacionados al psicodrama -Silvia Ghione, del Centro de Psicodrama Grupal Rosario- y a la investigación sobre las organizaciones -Franco Ingrassia, del Laboratorio de Análisis Institucional-.
El encuentro cerró con el grupo de teatro espontáneo «La Manada», que nos hizo reír y emocionar representando lo que nos había generado el evento, el «qué pensamos».
Nos sumamos a los augurios de éxito de la propuesta rosarina, y por muchos «10 años» más de la revista.
Foto: Gracias, Gabriela Spadoni, que suplió mi falta de previsión!
Gracias, Enrique, por la crónica y el «dar cuenta» de lo que pasó en el encuentro. Hablando después con algunos de los protagonistas, todos coincidíamos en que nos sorprendió que se pusiera en juego tanta emoción. La verdad es que el aporte del Grupo La Manada fue clave para eso. Y otro dato curioso, hablando de eclecticismo, de personas que buscan y que, como decía Claudia, no están dispuestas a quedarse demasiado tiempo anclados en ninguna teoría: Cada vez más, las personas que se acercan a este tipo de eventos a impregnarse de «otros saberes» como dijo ayer uno de los asistentes, no son personas del mundo de las ciencias sociales, sino ajenas a él. Esto es algo que vengo observando en el tema específico de la relación de los actores de la educación con estas nuevas problemáticas que plantea la subjetividad contemporánea. Los profes de materias tecnológicas están más interesados por estos temas que los profes del área humanidades. Sin duda un fenómeno que vale la pena seguir para explorarlo.
Un abrazo
Gracias, Daniel, la verdad es que fué un placer participar. Y hacía rato que no se me piantaba un lagrimón… de emoción.
Con respecto a un mayor interés de «nosotro lo ténico», te diría que tengo alguna idea de los motivos; al menos en cuanto a lo que a mi me sucede.
Tal vez esté relacionado con que quizás estamos más conscientes de que las potencialidades corren en paralelo con los riesgos, y la balanza está inclinada para el lado de los riesgos.
Quizás también tenga que ver con que hay mucho tecnochanta oficial y de los otros, todos ellos, al decir de David Buckingham, leales al «currículum Microsoft», que con el mismo lazo que se entreveran con los grandes medios ahorcan a la educación y a los educadores… En fin.
Que bueno sería que lo hablemos.
Un abrazo,
Quique
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