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Poniéndole algunas fichas a Google Chrome

Acabo de decidir quedarme con Chrome, el navegador que presentó Google esta semana, que aunque en pañales todavía -está en su versión beta-, llama la atención por su interfaz simple -de diseño muy Google, minimalista- y por su rapidez.

Algunos datos interesantes:

  • Aun abriendo muchas pestañas a la vez no pierde agilidad.
  • No hay nada superfluo, de modo que es bastante fácil de usar.
  • Si una página web se cae no afecta a las otras pestañas abiertas, que continuan funcionando de forma independiente.
  • Los servicios propios de Google (Docs, Reader, Videos, etc.) realmente vuelan. Para los que usan Reader, por ejemplo, con una gran cantidad de feeds, notarán inmediatamente la diferencia.

Si bien inicialmente la licencia de uso era estricta y cerrada -cosa que atribuyeron a un desliz en el copiado de las licencias de otros productos-, el programa es de código abierto. Por esta razón, cualquier interesado puede examinarlo y ver como funciona.

Dado que es muy nuevo, varios analistas advierten posibles incompatibilidades. Puede que algunas páginas web antiguas no se vean correctamente hasta que sus propietarios las adapten a Chrome. Se advierte también que en esta primera versión no se puede ampliar mediante módulos, pero al menos los plug-ins básicos como Flash, QuickTime, Java y Acrobat sí funcionan.

Una curiosidad: escribiendo about:internets en la barra de direcciones -llamada aquí Omnibox-, se muestra un huevo de Pascua que remite la idea de que la Red es como una serie de tubos.

Muy útil e interesante es el análisis que Microsiervos hace de Chrome, que incluye una comparativa del rendimiento, bondades y defectos de este nuevo navegador frente a otros navegadores populares.

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