En línea con la idea de nuestro post de días atrás, nos enteramos por Engadget en español que desde hace un tiempo los conductores británicos son penados con dos años de cárcel si los descubren enviando un SMS mientras manejan. Ahora, mejor aun, hablar sin un manos libres también tendrá la misma pena.
En los casos más extremos las personas sorprendidas infringiendo el código de circulación podrían ser acusadas de conducción temeraria, cargo que va asociado a una sentencia máxima de dos años de prisión y una sanción económica no definida. Anteriormente, lo más que le podía pasar a uno era tener que pagar una multa y perder tres puntos del permiso. Otras conductas con el mismo castigo serán ajustar el GPS sobre la marcha y escuchar música con los auriculares puestos.
En un tránsito como el nuestro, en el que algunos deberían ir presos por el solo hecho de tocar el volante, vendría muy bien una medida por el estilo que obligue a los inescrupulosos y distraidos a pensar antes de hacer. Que no es poco.
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