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Esto es todo lo que tengo para decir sobre los ataques innecesarios

Recibí un mail desde el formulario de contacto de mi sitio, del Sr. Mario Kiektik, a quien no tengo el gusto de conocer sino por su intervención en una discusión en el blog Kybernetes. Como no me pareció adecuada dicha intervención, di mi opinión al respecto.

Pero parece que le disgustó bastante al Sr. Kiektik mi comentario, porque en su mail me amenaza:

«Tiempo al tiempo. Enrique Quagliano, gracias por tratarme de necio. Ya te las verás conmigo, no te preocupes.»

Quien desee perder su tiempo y leer mi comentario en Kybernetes, verá que simplemente dejé unas palabras de apoyo a un colega y amigo al que consideré que se había ofendido. No hice referencia a ninguna persona en particular sino a las discusiones sin sentido, en general. Y si usé la palabra «necio» fué en el sentido de «imprudente; terco y obstinado; se dice de las cosas ejecutadas con imprudencia (…) o presunción”, tal como lo define el diccionario. No por ofender, sino para definir la impresión que tengo al respecto de las discusiones que se extienden en el tiempo sin un sentido definido y evidente. Ahora bien, todo esto sigue siendo una opinión mía. De ahí a que me amenacen por eso…

Para concluir, dejé recién el siguiente comentario en el blog del Sr. Kiektik:

«Sr. Kiektik:

Ud. escribió en mi sitio: «Tiempo al tiempo. Enrique Quagliano, gracias por tratarme de necio. Ya te las verás conmigo, no te preocupes»

Si por emitir una opinión sobre una cuestión que involucra a colegas y amigos que respeto, tengo que soportar una amenaza de este calibre, creo que es Ud. el que está yendo por un camino equivocado.

No se puede tratar a las personas en forma insolente, insultante o, como en este caso, amenazante por una simple diferencia de criterios. Ud. dirá: «para qué se metió…», pero yo simplemente opiné en el sitio de un colega. Ud. me metió.

Esto es todo lo que tengo para decir al respecto. No insista por favor en continuar la discusión. Espero que acepte el derecho a réplica y no borre este comentario.

Atentamente»

Esto es todo lo que tengo para decir al respecto.

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17/02/08 – Tengo algo más para decir, brevemente: Escribí este post en su momento para que conste como una denuncia pública sobre la calaña patoteril de ciertos individuos que pululan por el ámbito público de la educación. Quería además que quedase registro de mi respuesta directa y pública al interesado, aunque le ‘extrañe’ que haga esto, primeramente porque estaba seguro de que mi respuesta no sería publicada en el blog aludido (como finalmente sucedió), y además por ser este el único medio que tenemos muchos para defendernos de aquellos que usan el aparato oficial para amenazar e injuriar cobardemente.

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6 comentarios en “Esto es todo lo que tengo para decir sobre los ataques innecesarios

  1. Alejandro dijo:

    Realmente lamentable, Enrique.
    Como alguna vez comentamos, parece que se les hace costumbre agredir a los que se atreven a cuestionar las ideas que el marketing educativo está imponiendo.
    Esto demuestra quienes son verdaderamente los intolerantes.
    Un abrazo.

  2. Enrique dijo:

    Gracias, Alejandro.

    Tengo por principio no discutir si no es con respeto. No vale la pena seguir con esto porque cuando se entra en el terreno de la agresión y la amenaza, ¿qué queda?

    Yo te pido lo mismo que le pedí a Diego: no dejes de escribir aunque haya más de estos opinantes. Habemos muchos a quienes nos importa leer lo que escriben uds., así como leer a todos aquellos que dicen cosas, aunque uno pueda no coincidir a veces. No temas que vaya yo a amenazarte si algo de lo que escribís no me gusta.

    Me divierte un poco que me den tanta entidad… a mi, que sólo soy un docente con un blog…

    Un abrazo,

  3. Gabriela Sellart dijo:

    Enrique,
    Me avergüenza el nivel de intolerancia y prepotencia que hay en este país, estas reacciones corporativas me desalientan pero además realmente me avergüenzan.
    Me gusta decir, como dicen los redondos “me voy corriendo a ver que escribe en mi pared la tribu de mi calle”; hoy tengo ganas de leer a los de la otra cuadra, esos que saben debatir sin agredir, los que saben sumar.
    Mi solidaridad junto con mi espanto
    gabriela

  4. Enrique dijo:

    Gracias, Gabriela. Pero la verdad es que estoy mucho más apenado por Alejandro y por Diego, porque no se merecen este trato.

    La persona en cuestión me volvió a contestar: «yo veré lo que hago y en que momento, pierda cuidado.» Se ve que no entendió cuando le dije que no insista.

    Un beso,

  5. Diego dijo:

    Enrique muchas gracias por tu apoyo. No dejaré de escribir, no te inquietes.
    A veces toca puntos claves del otro sin darse cuenta. Diga lo que diga la propaganda no cambia la realidad, apenas modifica su percepción momentaneamente. Cualquiera sea el nombre que le pongamos a las nuevas generaciones nacidas en tiempos de la informática los «nativos» de cualquie tiempo y lugar necesitan aprender, entre tantas otras cosas, a dominar el idioma escrito y hablado. Pocos aprendizajes se producen por osmosis.

  6. Enrique dijo:

    Diego:

    Gracias, es un enorme placer que te hayas tomado la molestia de pasar por acá y dejar tu apoyo.

    Y si, fundamentalistas hay en todos lados. Los que pasan de la idea a la ideología son muchos, y lamentablemente tienen blogs. Pensándolo bien, afortunadamente: salen a la luz.

    Un fuerte abrazo,

    Enrique

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